RIVAL [Paul Lahote]

11. Family.

capitulo once

familia.

✨✨

Aura se dirigía al bosque para darse un momento a solas y liberar las malas energías que sentía cuando vio a lo lejos a la manada cerca del inició del bosque. El primero en verla fue Paul, sintiendo su presencia como una caricia al corazón.

La castaña sonrío, sintiendo un extraño cambio en su ánimo. Fue como un cosquilleo suave y un suspiró de alivió, que dejo de sentir esa sensación aplastante en su pecho.

—Auuu... —Jared exclamó,  extendiendo los brazos al verla, pero Sam lo detuvo sujetándolo del hombro.

En su lugar,  Paul avanzó como un imán a ella, olvidando las preocupaciones y la tristeza de no estar con su Impronta.

—Hola —saludo ella, con una sonrisa—. ¿Están haciendo rondas?

—Si, íbamos a casa de Sam, ¿Quieres ir? —pregunta Paul, esperando que acepté.

Aura hace una mueca.
—Es que tengo una cita...

La expresión de Paul decayó, sintiendo una horrible sensación en su pecho.

—¿Una... cita?

Aura asintió. —Ajá.

—Ah —dijo él, sintiendo una punzada en el pecho—. Pues bien, creo, eh...

—¿Quieres venir? —pregunta Aura con ánimo.

Paul frunció el ceño.
—¿A tu cita?

Desde la distancia, Sam y Jared se mantenían atentos a la situación.

—Si —Aura sonrió y alzo el bolso térmico que sostiene—. Llevo galletas, tú, el bosque y yo, ¿Que dices?

Paul parpadeó confundido.
—¿Y tu cita?

—El bosque —dijo como si fuese obvio. Paul se mostró confundido y Aura sonrió divertida—. Voy al bosque a comer galletas y pensar, ¿Quieres ir?

Paul lo comprendió y dejo escapar el aire en sus pulmones, sintiendo un alivio enorme.

—Si, claro —sonrió, abiertamente. Le encantaba la idea de pasar tiempo con ella, ha estado trabajando durante su control para poder pasar más tiempo con ella.

Aura, con confianza, entrelazó su brazo con él, dándole una suave sonrisa y lo condujo a dónde se encontraban Sam y Jared.

—Sam, te robaré a Paul un rato —dijo—. Te lo devolveré después.

—O puedes no hacerlo —comento Paul, sonriente.

Aura lo miro con una enorme sonrisa, sintiendo que su corazón daba un pequeño brinco.

—Todo tuyo —dijo Sam, con una leve sonrisa al ver a la pareja.

—No hagan nada malo, pecadores —dijo Jared con diversión.