ꜱɪᴇᴛᴇ

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El grupo de la granja presenciaban un pequeño funeral que le habían hecho a Dale, un funeral como él se merecía.

Rick hablaba, decía palabras que representaban al viejo Dale. Palabras que el mismo anciano decía.

Todos dejaron una piedra sobre la tumba del viejo para después irse con tristeza en sus ojos.

Aunque la pequeña Hannah, decidió quedarse un poco más sentada al lado de la tumba que le habían hecho a Dale.

— Te echaré de menos, Dale... -fue lo último que dijo acerca del anciano para después levantarse e irse con los demás.















Los Greene habían decidido dejar al grupo de Atlanta dormir dentro de la casa. Mientras que unos dejaban sus cosas en la camioneta para llevarlo directamente a la casa, otros hablaban con Hershel y Maggie.

— Catorce personas es mucho para una sola casa. -dijo Rick mirando a todos los de su grupo.

— No te preocupes. Debí dejar que os quedarais en casa.

— De acuerdo... Vamos a poner cada vehículo junto a cada salida mirando hacia la carretera. Vamos a hacer una atalaya en el molino y otra en el pajar, ahí. -dijo señalando el pajar- Así veremos el terreno de ambos lados de la propiedad.

La pequeña Hannah ayudaba a los mayores a dejar las cosas en la camioneta. Pero se detuvo al escuchar la conversación de Shane y Rick.

— Sabes que la muerte de Dale y el prisionero es distinto, ¿verdad? Si quieres tener a Daryl como mano derecha, tú verás... -replico Shane.

— Gracias. -dijo Rick para después irse.

— Tú mismo.

— Eh, tú. -dijo Hannie captando la atención de Shane.

— ¿Qué quieres, niña? Ayuda a los mayores a dejar las cosas en la camioneta.

— Mi padre sería mejor que tú siendo la mano derecha de Rick, deja de tenerle envidia, calvo. -reprocho Hannie pero justo cuando este iba a contestarle, Lori se adelantó.

— Cariño, ¿por qué no vas con Addison y Jake? Seguramente te estén esperando para jugar.

Hannah obedeció a la orden que Lori le había dado y se fue hacia la casa, pero no sin antes echarle una última mirada asesina a Shane.















Todo el grupo se encontraba alertado pues habían dado la voz de alarma de que Randall había desaparecido.

— ¿Qué ocurre? -preguntó Lori corriendo hacia el pajar.

— Randall ha desaparecido. -contesto Glenn.

— ¿Desaparecido? ¿Cómo? -preguntó Hannie asustada.

— Las esposas siguen cerradas, habrá sacado las manos. -explicaba Rick mientras salía del pajar.

— ¿Eso es posible? -preguntó Carol sorprendida.

— Lo es si no tienes nada que perder.

De repente, un hombre gritando el nombre de Rick se hizo presente entre todos. Tenía sangre por toda la cara y como no, Hannah supo al momento que se trataba del calvo de Shane.

— ¡Rick! ¡Rick!

— ¿Qué ha pasado? -preguntó Lori alzando la voz para que Shane le oyera.

— ¡Va armado! ¡Tiene mi pistola!

— ¿Estás bien? -preguntó Carl preocupado por Shane.

— Estoy bien, pero ese cabrón salió de la nada y me golpeó en la cara.

𝓣𝓱𝓮 𝓵𝓲𝓽𝓽𝓵𝓮 𝓓𝓲𝔁𝓸𝓷  - 𝑪𝒂𝒓𝒍 𝑮𝒓𝒊𝒎𝒆𝒔 - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora