Día dos: caricias / toques ☁️

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[luego de la batalla final, todos vivos]

Habían valido la pena tantos años de esfuerzo para al fin tener una vida tranquila, al menos si para cierta pareja que no hace más de dos meses decidió comenzar a salir.

Ellos vivían en la finca de Muichiro, debido a que se sentía más seguro ahí que intentando buscar un nuevo hogar o durmiendo en la vivienda del mayor, a pesar de que su relación no era muy bien vista por varias personas, ellos estaban felices.

Ahora ambos se encontraban acostados en un campo de flores mirando el cielo azul, el cual estaba cubierto por cirros. No pasó mucho tiempo desde que habían llegado al lugar y el ambiente se puso triste, al menos para el chico de ojos menta si. A pesar de no haber tenido ninguna discusión antes, no habían dicho ni una sola palabra al otro desde que salieron para llegar al lugar.

Todo se estaba volviendo monótono para Muichiro.

No era tanto por no hacer nada en todo el día ahora que ya no tenía todas esas agotadoras misiones, era por su ahora novio, Genya Shinazugawa. Se sentía mal porque nunca antes había tenido una relación tan cercana con nadie, por tanto, no tenía mucha experiencia en demostrar su afecto de aquella forma romántica y tampoco sabía reaccionar bien ante los halagos o acciones cariñosas (aunque no puede negar que le encanta y su vida se reinicia cada que sucede).

Era peor cuando Genya aún veía a su ex novia y parecía sonreír más a su lado, eso obviamente le bajó mucho el ánimo, llegando a pensar que no era suficiente para estar con él y que no tenía derecho de decirle "cariño".

— ¿Pasa algo? — cuestionó el rapado al notar una mirada decaída por parte del contrario, solamente obtuvo un "no" en voz baja.

Suspiró y acarició su largo cabello, era la cuarta vez en la semana que se ponía así y también le deprimía, igual no podía hacer nada, aunque sospechaba la razón de su comportamiento no iba a decir nada para no incomodarlo. Pronto recordó que tenía un compromiso el día de hoy. — Kanao me invitó a salir a pasear, ¿está bien si te dejo en casa un rato?

— ¿No crees que últimamente salen muy seguido? — preguntó antes de siquiera contestar lo antes mencionado. Estaba un poco molesto, así que tomó su mano y la quitó, su voz parecía mostrar enojo, pero la expresión que tenía no, ahora era completamente neutral. Se levantó del piso y sacudió su ropa para después comenzar a caminar hacia su finca.

¿Para qué le pidió ser su novio si iba a pasar la mayoría de tiempo con otra persona? No lo entendía, pero comenzaba a pensar que era aburrido o que simplemente fue un capricho amoroso de Genya. Inconscientemente ya había empezado a llorar, pues aunque no lo aceptara, le destruía pensar en eso, se había vuelto muy inseguro.

Y el otro nunca lo siguió, al parecer era más importante estar con esa chica.

Las horas pasaron lentamente, solo recostado en su futón el cual no le transmitía nada de calor, solamente lograba sentirse aún más solo al saber que Genya jamás entraría por la puerta y llegaría a mimarlo. Lloraba, lloraba mucho y se abrazaba fuertemente a si mismo, hasta que en un punto hundió sus uñas en sus brazos, causando un poco de ardor. Dejó de hacer eso, no quería volver más molesta aquella sensación.

Se quedó dormido esperando que así el tiempo pasara más rápido, pero al despertar ya eran las nueve de la noche;  "¿de verdad tan poco amor me tiene? ¿Tan fácil es ser remplazado?" Pensó. No quería estar así solamente por esta situación, así que se limpió las lágrimas y salió de su casa, no se había llevado nada para abrigarse a pesar del frío que hacía, ni siquiera se molestó en ponerse sus zori, así que podía sentir las piedras del piso lastimándolo.

Thirty days with you - GenMui ☁︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora