Día cuatro: en una cita ☁️

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Mi querido gran amor:

Espero ahora seas feliz después de la decisión que tomaste, porque no sabes lo mucho que duele mi corazón. Genya Shinazugawa, ¿por qué no pude ser suficiente para ti?

Siempre los sábados por la noche voy a caminar por ese parque en el que tuvimos nuestra primera cita hace cuatro años, cuando aún tu amor era puro y sin límites. Me causa nostalgia recordar eso, pues tengo bonitos recuerdos del beso que me diste y a la vez me pongo mal al saber que ya no te hago sentir lo mismo. ¿Qué me faltó para que te quedaras a mi lado? Todo estaba planeado, nuestra casa, nuestra familia, el lugar en el que viviríamos...

Al final, creo que era verdad que no debía estar contigo, tu manera de pensar es distinta a la mía y era claro que no eras de entregarle tu corazón a una sola persona, pero por favor, no mates de esa forma el alma de alguien más. Ojalá te pase a ti, sé cuántas parejas tuviste antes de mi y te aseguro que todo lo que se puede sentir estando contigo hasta el final es una horrible monotonía que empeora cada día más con tu actitud de mierda que no hace más que hacerme sentir culpable por el desinterés que demostraste.

Acabo de darme cuenta el increíble grado de manipulación que tienes, ¿por qué tomaste todo el control sobre mi con esos besos y palabras que me hacían sentir como la persona más especial del mundo para al final dejarme atrás? Siento que muero en vida con tu ausencia, aunque lo único que siempre hacías es buscar lo mejor para ti.

Perdí y gané estando contigo, más lo primero, no sé si sea amor u obsesión, solo sé que robaste mi débil corazón y te quiero de vuelta, extraño estar contigo, extraño que me digas "mi amor", necesito que me vuelvas a besar con esa pasión que ardía en la sangre y que nuestro amor florezca nuevamente.

Eso ya no será posible, me dejaste en claro todo lo que piensas de mi y el mal novio que fui, tal vez me faltó demostrarte cariño, no sé, no sé lo que hice mal, todo el tiempo traté de no aburrirte y hacerte saber todo lo que te amaba, pero me destroza cada que recuerdo tus palabras llenas de veneno y desagrado hacia mi, ¿por qué no puedo tener todo ese amor de vuelta?

Ya no importa, eras mi única razón para vivir. Lamentablemente no me tengo el suficiente amor propio como para seguir aquí, yo quería tener mi vida contigo, casarnos... Te amo, y te amaría mil vidas más si me fuera posible, iría contigo al parque las suficientes veces como para cansarte de pedirte que saliéramos. Genya, yo sería capaz de bajar una nube para ti, pero al final yo voy a ser una pobre alma que subirá al cielo en un triste humo, así que al final, seré tu nube.

Ya no queda mucho tiempo, el papel se acaba y mi cuerpo no para de sangrar, simplemente te agradezco por haber estado conmigo todo este tiempo y entregarme el amor que podías darme.

Al fin acabó de leer aquella carta que estaba manchada de sangre y lágrimas secas las cuales arruinaban más la tinta a medida que avanzaba

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Al fin acabó de leer aquella carta que estaba manchada de sangre y lágrimas secas las cuales arruinaban más la tinta a medida que avanzaba. No lo podía creer, no podía creer que hubiera estado en su funeral, ni que fuera la causa de su muerte. Ese escrito fue entregada por el mayor de los Tokito, Yuichiro, el único que sabía sobre la relación que tenía con su hermano y el único que lo miró con rencor en cada momento de velorio.

Y para terminar sintiéndose más culpable, en el sobre de la carta pedía que la leyera en aquel parque en el cual tuvieron su primera cita además de algunas otras, Genya estaba sentado en un columpio, el juego favorito de su difunto capricho amoroso.

Jamás imaginó sentirse así, sabía lo que iba a provocar al solamente jugar con él, pero le fue inevitable hacerlo. Ahora se arrepentía por cada instante en el que simuló amarlo, pero para ser sinceros, le gustaba recordar ese día que se libró de Muichiro.

- Niño tonto... - miraba hacia el piso sin pensar en absolutamente nada, hasta que dejó de columpiarse y en alguna parte que hubiera tierra libre, hizo un hoyo en el cual puso aquella carta entre algunas cosas más que Muichiro le había regalado durante su tiempo de noviazgo, para al final encima plantar unas orquídeas blancas.

Pureza, sinceridad... Lo que nunca hubo en su tiempo de relación, lo plantaba ahora, para demostrarle que en verdad estaba arrepentido aunque ya no valiera la pena.

Ahí, donde le pidió ser su novio, es donde todo acabó. Y aunque no lo sabía aún, una parte de él se había ido con el menor.

YA HAY SEPARADOOOOR

Thirty days with you - GenMui ☁︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora