Día cinco: besándose 🍉

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[época: ???/ Yuichiro vivo]

¿Qué tan doloroso era estar enamorado de alguien que a los días se le olvidaba casi todo sobre su relación? Bueno, Genya lo sabía y por eso todos los días se esforzaba en mantener esos recuerdos vivos en la mente de su amado.

Y es que cada cuatro días lo llevaba a un lugar diferente a darle un tierno beso que aunque se terminara perdiendo, en la mente del rapado siempre estaría presente. Cada uno de ellos, con una reacción diferente por parte de Muichiro.

Para él era bellísimo ver cómo en ocasiones se sorprendía, otras veces predominaba la felicidad o simplemente se dejaba llevar y terminaba más enamorado que antes, aunque no lo sabía.

Pero hoy era diferente, su amado ni siquiera le hacía caso cuando le hablaba. Era algo extraño, pues solo hacía eso cuando Genya lo molestaba y últimamente solo había estado tratándolo bien para evitar algo así.

- Te estoy hablando, ¿qué hice ahora? - tocó el hombro del menor en busca de al menos obtener una mirada, pero seguía caminando.

- Ya déjame en paz, ni siquiera te conozco. - fue lo único que dijo, sin voltear, sin detenerse tan solo un momento, sin darle oportunidad a Genya de al menos reaccionar.

¿Qué? ¿Por qué se le había olvidado? ¡Si pasa todos los días con él justamente para que esto no sucediera!

Seguramente era una broma, no podía haberlo olvidado así nada más, ¿verdad?

Decidió dejarlo en paz por el resto del día, claro que quería que volviera a recordar todo o que al menos hablaran, pero se vería muy acosador de su parte

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Decidió dejarlo en paz por el resto del día, claro que quería que volviera a recordar todo o que al menos hablaran, pero se vería muy acosador de su parte. A pesar de no acercarse, todo el día estuvo pensando en él y en sus suaves labios que tal vez no volvería a probar en un muy largo rato.

Pero... ¿Qué tal y si simplemente estaba enojado y recordaba todo a la perfección? Bueno, Muichiro se enojaba por todo y nada, así que tenía algo de sentido. Habían bastantes cosas por las que no podía estar tranquilo ahora mismo, ¿qué tal y si en realidad quería dejarlo ya? No, Muichiro no es de esas personas que te dejan solo porque si... ¿Entonces?

Al día siguiente, viendo que no hubo ni una pequeña señal de él, decidió ir a buscarlo. A pesar de que corriendo no estaba tan lejos su casa, el camino se hizo eterno, sentía una horrible presión en el pecho y algo en la garganta que no le permitía respirar bien.

Luego de un rato (que se sintió como casi una hora) llegó a su destino, y nervioso tocó la puerta. Estaba sudando frío y las manos le temblaban, lentamente se fue olvidando de lo demás y le quedaba solo una idea en mente: tal vez Muichiro quería terminar con él. No podía pensar en otra cosa, menos porque su hermano, Sanemi, lo molestó toda la noche con ese horrible pensamiento.

Un minuto, dos minutos... Nadie abrió por más que golpeaba esa madera que lo separaba de lo que quería. Estaba a punto de tirarse al suelo y llorar como último recurso para que al menos se asomara, hasta que lo vio acercándose con una bolsa en cada mano, su expresión era fría y se notaba molesto.

No dudó ni un segundo en acercarse y abrazarlo.

- ¡QUÍTATE, NO ME TOQUES! - respondió inmediatamente tratando de quitar los brazos contrarios de encima suyo, como consecuencia, se le cayeron las bolsas que llevaba.

- ¡Mi amor, lo siento, de verdad no quería hacerte enojar, pero no termines conmigo! - era la primera vez que se mostraba así de... patético. Al menos no estaba llorando, porque sería la burla de Sanemi por el resto de su vida.

- ¿¡QUÉ TE SUCEDE!? ¡NO SOMOS NOVIOS, YA DÉJAME! - al fin logró alejarlo y furioso empezó a recoger todo lo del piso, mientras más rápido mejor, así no tendría que verle la cara o escuchar su voz más tiempo.

- ¡Claro que somos novios, Mui! ¡No es mi culpa que tengas tan mala memoria! - tomó con fuerza el brazo del ojiazul para después jalarlo de manera que pudiera levantarlo del frío piso.

- ¡Pero es que yo n-...! - antes de terminar la oración, Genya ya lo estaba besando, como si eso pudiera recuperar todo lo perdido.

- ¡Hermano, ya traje lo demás para la...! ¿¡GENYA!? - una tercera voz de inmediato hizo que ese beso forzado se terminara, Genya asustado y en parte avergonzado, y Yuichiro con un odio tremendo.

Si no tuviera la suficiente fuerza de voluntad, ya estaría golpeándolo en el piso.

Muichiro rápidamente se acercó a ellos con el corazón latiendo a mil y un montón de teorías en su cabecita. - ¿Ustedes dos son...?

- No, no... Lo confundí contigo. - El rapado rápidamente habló en un intento de no empezar alguna discusión, es verdad que sabía lo del gemelo de su novio, pero jamás lo había visto y mucho menos a los dos juntos, ¿cómo pudo confundirlos?

- ¡Pero es totalmente distinto a mi! - ayudó a su hermano a levantar todo lo que se había caído y agarró una de las bolsas. - Eres un mal novio.

- ¡Tú eres el mal novio, no viniste conmigo en estos días! - en efecto, todos ahí sabían que por más cosas que dijera, Muichiro iba a ganar. Ninguno de los gemelos se molestó en voltear a verlo y entraron a la casa, Yuichiro azotó la puerta al cerrarla.

Ahora sí estaba molesto, pero al menos en unos días se le pasaría... Bueno, tal vez.

Thirty days with you - GenMui ☁︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora