Libertad limitada.

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Me decía: "Quiero lo mejor para ti". Y por tanto querer acercarme, me acabó alejando.

No se puede querer proteger tanto, porque con el tiempo se convertirá en ataduras y éstas se tornarán dolorosas y apretarán mis muñecas.

Y al final terminarán creciéndome alas donde se hallaban heridas y saldré volando por esa ventana que tanto te empeñabas en cerrar.

Y la niña que tratabas de cuidar ya no lo será más. Porque ha aprendido más de ella que de ti.

No fuerces más las cosas; porque eso me terminará ahogando, y después llorarás.

Nada de lo que ansiabas al final hizo el amago siquiera de cumplirse, porque lo que causabas era daño y no felicidad.

Y te preguntarás: "¿Por qué el amor que le di fue en vano?" "¿De qué sirvió todo lo que hice?".

Pues no sirvió de nada, te responderé.

Porque a quien de verdad quieres le dejas ser libre; no dejas que se consuma y se parta en pedazos.

Por eso elegí volar, me quieren atar y no lo van a conseguir.

Si tengo que empezar todo de cero y construirme mi propia felicidad lo haré, aunque me deje en ello el aliento.

Prefiero morir en el intento antes que quedarme aquí, entre unos brazos que no me permitirán ver más allá del miedo, ese miedo que solo tú veías; ese que una vez construiste para que no me fuera.

Y mírame, lo estoy consiguiendo.

Tanto querer lo mejor para mí y no se dio cuenta de que lo mejor era dejarme ser y no lo hizo.




Sentimientos donde florecíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora