X - ENS: Dónde Todo Comenzó© - Saga: X - ENS - Libro #2

Capítulo 04: Sobrevivientes

🩸 Sebastian 🩸

~Día 285~

Lo primero que no es que tres las que hay personas frente a nosotros y detrás de ellos otras siete con dos autos a sus espaldas. De lo que segundo que me doy cuenta es que las personas llevan ropa limpia, sin sangre y casi pulcra. La mujer que es la que está adelante nos regala una sonrisa, mientras sostiene un rifle.

Eso no me da mucha confianza.

Seguido de eso ella, da un paso y automáticamente nosotros retrocedemos. Al ver que Amber intenta mantenerse de pie, me acerco a ayudarla sabiendo que los chicos me cubren.

—Definitivamente, no se ve nada bien —comenta uno de los hombres rubios, que está tras la mujer.

—Eso no es de tu incumbencia, peliteñido —sisea nuestra chica.

—Miren eso, la niña tiene garras.

—¡No soy una niña, maldito! —intente demostrar que tiene fuerza y casi cae al suelo, así que la agarró de la cintura, consiguiendo que se tense por mi toque.

—No hagan por favor, vendrán los muertos —pide la mujer y Amber la mira con esa expresión que nos dedicaba a nosotros meses atrás —. Soy Leonor y ellos son mis amigos.

—No nos importa y no reaccionaremos mal si nos dejan ir —murmura Dominick con esa voz fría que usa con los desconocidos.

—¿No gustan algo de agua? ¿Comida? —sus ojos se posan en la niña y nos tensamos —. ¿Leche para ella?

—No, gracias —digo.

—No les haremos daño, solo los vimos —alguien se aclara la garganta y un chico de como 13 años aparece. Es más bajo que yo —. En realidad, Germán, los vio. La vio a ella desmayarse.

—Fue por el sol —aclara Amber.

—Bien —hace una seña con el dedo y retrocedemos —. Tráeles una caja de provisiones de esas que trajimos.

—Solo embarcamos seis de las pequeñas y eran para el viaje.

—El viaje se hará otro día —avisa con voz demandante —. Mejor trae dos y agua embotellada.

Nosotros nos quedamos quietos observando como ellos se mueven y dejan lo que ella dijo, frente a los cuatro.

—Tenemos una comunidad. Ciento cinco habitantes y dos bebés por nacer. Es un lugar alejado de la ciudad, zona boscosa cerca de Jackson, Misisipi —de reojo miro a Amber —. Estamos rodeados por un muro de piedra y troncos de árboles, las casas no son lo mejor, pero es acogedor.

—Si saben que no es bueno dar información viendo cómo está el mundo —murmura Aquiles.

—Pues ustedes no parecen de menos de 20 años. ¿Son hermanos?

—Amigos con cosas en común —informo.

—¿La bebé es tuya? —le pregunta un hombre que se ve mayor, a Amber.

Al ver que ella no responde, intento hacerlo, pero se me adelanta.

—Sí, la tuve hace meses —los tres la miramos sin expresión alguna, sin embargo, ella sabe que buscamos una explicación a su respuesta.