Entre las escobas

Insidia

Los tabúes que conocemos limitan todo tipo de conductas que la mayoria considera inaceptable. Un tabú puede ser desde un acto hasta la forma en que visten, incluso pueden ser relaciones. Todos señalan con el dedo lo que les parece aborrecible y esparcen como polvo al aire comentarios con verdades a medias llenos de insidia.

Para Levi Ackerman esto no era un secreto. Desde que le ofreció a la mocosa conversar con el en los estacionamientos del personal sabía perfectamente que si algún mocoso intrépido decidiera seguirla se meteria en un chisme conspiranoico donde seguramente habrian bolsas negras que destilaban sangre junto a una linda jovencita apasionada por lo oscuro y un conserje grunge que la influencia al mundo mas bajo haciéndola su complice criminal. Por suerte, esta vez no fue así.

Levi se burló del rumbo de sus pensamientos, no valía la pena enojarse mas por la gente de mierda que nunca cambiaría ya había superado esa etapa el nunca encajaría en aquel molde y eso estaba mas que perfecto para el y además meditar era una buena distracción para no pensar en las piernas que apretaban sus muslos, el abrazo sutil pero firme que lo rodeada, y los senos que a momentos se rosaron contra su espalda. Aumento la velocidad para dejar a la linda mocosa gotica lo mas pronto posible.

Al aparcar en la esquina que la joven le indicó, sintió como el calor ajeno lo dejó, y a su vez observó como la mocosa trastabilló perdiendo el equilibrio y cayendo de nalgas al asfalto. Instintivamente bajo rápidamente agachándose junto a ella, le quitó el casco con cuidado poniéndolo en el suelo y la miro fijamente.

-¿Estás bien? -Mikasa asintió muy sonrojada y apenada, él la ayudo a levantarse tomándola de la mano y de su espalda baja- de verdad lo siento mocosa, debi estar mas atento sabiendo que es tu primera vez en moto.

-No se preocupe, ha hecho mas que suficiente por mi. - Levi la soltó no sin antes evaluarla para luego agacharse y tomar su casco, gruñó al notar que le hizo un raspón cuando lo coloco en el suelo. - Mm, lo siento señor Levi.

-No es nada, fui yo. ¿Puedes caminar bien?

-Si, fue un golpe tonto, muchas gracias por traerme.

- ¿Segura que no quieres que te acerque más? - Mikasa negó- bien, ve te observare desde aquí.

-Hasta mañana- Mikasa comenzó a caminar regañándose una y otra vez por lo tonta que fue al caerse, lo cierto era que el casco le pesaba un poco, se sentía observada y eso la volvía torpe al andar, quería voltear pero le daba vergüenza ¿Por qué haría algo así? ¿Por qué acepto la oferta del conserje? Mientras más lo pensaba más se sonrojaba, sin darse cuenta llego a la puerta de su casa, esta se abrió dejando ver a su padre que la bendijo al verla, a su vez el hombre observo algo atrás y siguió su mirada a cierto motociclista que daba la vuelta en la calle. El sonrojo de la joven se hizo aun mas notable, pero a veces los padres deciden hacerse los tontos.

-Hija viste lo mismo que yo, ese tipo de personas- hizo un gesto despectivo a la silueta del motorizado que se alejaba a alta velocidad.- si así se le puede llamar, son posibles delicuentes, no te dejes llevar por esos hombres por eso te indicamos que deberías cambiar esas prendas tan extrañas Mikasa, estás llamando la atención de alimañas.

-Si padre, como digas.- No lo cuestionaría, así que la joven camino rumbo a las escaleras que daban a su habitacion. Quería encerrarse lo más pronto posible, aunque lo que le dijo le molestó, agradecía el hecho de que fue su padre quien la recibió, el nunca era tan duro como su madre, a menos que ella estuviera presente, la influencia de la misma parecía volverlo un ogro religioso.-¿Donde está mamá?

-Esta con las señoras de la iglesia. Deberías de acompañarnos un día seguro te agradara.

-No lo creo, menos aún si está esa vecina.- su padre se burlo pues sabía que aquella mujer era extremista.