Entre las escobas

Deliberación

La sociedad se ha acostumbrado a dejar a las personas vivir en la ignorancia como si fuese una nueva normalidad y no el comienzo de la fatalidad. Es solo que es más sencillo permanecer en el estanque tóxico en el que siempre han vivido a salir de la zona de confort y darse cuenta de que su cosmovisión estaba contaminada.

Eso implica sacrificio, esfuerzo, resiliencia y paciencia para aceptar que a veces sus acciones no serán bien recompensadas por el momento, pero la determinación y constancia darán el fruto del árbol plantado.

No era asunto del conserje decirle a una jovencita lo acontecido con otros estudiantes, de hecho, no era algo permitido. Pero ¿Importaba más cumplir con su deber y dejarla seguir sin que supiera si algo ocurría entre esos mocosos? No debía meterse, y de ser otra persona se habría ofendido por hacerle esa pregunta estúpida.

–¿Y eso a ti que? ¿Cambiarás algo al saberlo? – ella desvió la mirada triste y algo avergonzada.

–Por supuesto que me alejaré sí sé la verdad.

–¿No te basta con saber que es un idiota?

–Pero...

–No Ackerman, escucha. Muchos pierden gran parte de su vida al lado de una persona que saben no les conviene porque aún no han "visto" nada, las señales y la forma en que te trata y te hacen sentir menospreciada no están en tu cabeza. Son un hecho que no debes pasar por alto. – Levi se alejó tras decir esto último, no era bueno estar a solas tanto tiempo con un estudiante. Estaba cruzando límites peligrosos y personales, además ella necesitaba meditar y descubrir muchas cosas por su cuenta. Después de todo, la mayoría aprende por sus experiencias y padecimientos, no por consejos de otros.

Le daba asco ver a gente desvivirse por otros, sobre todo si son personas jóvenes perdiendo el tiempo valioso que no dura para siempre. Él opinaba que casi nada que no fuese recíproco valía el esfuerzo y la dedicación. Pero los adolescentes eran así y muchos adultos que nunca aprendieron a manejar sus emociones también. No hay peor desgracia en vida que alcanzar cierta edad y aún no haber madurado su propio ser, no saber controlarse, ignorar emociones reales y no aceptarlas eran como cerrar una gaseosa y agitarla, en algún momento estallará. Hay que identificar, aceptar y gestionar mentalmente lo que sientes, de ahí viene el dominio propio que hoy día les faltaba a muchos. Por eso las sociedades están tan podridas; los adultos actúan como niños y esperan que los niños actúen con la madurez que ellos nunca ejercieron. Sin embargo, son los adultos quienes toman las decisiones importantes, un ejemplo de ello es el sufragio que por mala elección de masas ignorantes traen desgracia a toda una generación.

Cuando estaba en su niñez y adolescencia se ahorró muchas malas experiencias guardando los consejos que su abuelo le daba. Recuerda cuando desde niño el anciano le contaba la historia de un hombre de cabello largo con gran fuerza, el cual tenía un gran propósito para su pueblo, sin embargo, la pasión y el deseo por las mujeres hermosas fueron su perdición. La enseñanza provenía de una historia bíblica, recordaba a su abuelo apuntarle con un dedo "aléjate de las Dalila". El nombre no era más que una alusión al tipo de mujer que no debía aspirar a tener cerca. Tal vez Mikasa no era una Dalila, pero era una jovencita y el un hombre de 25 años.

Tal vez si solo hubiese escuchado la basura que su tío Kenny le hablaba, habría terminado siendo un asaltante del barrio bajo donde provenía por suerte era un ejemplo de lo que no quería ser, aunque reconocía para sí mismo que le había enseñado fortaleza y dureza ante la calle, una vez que se acercó el primer mocoso problemático con aires de superioridad y gamberro pudo defenderse y ganarse el temor de los demás problemáticos.

No era alguien que le interesaba tener problemas, simplemente quería salir de esa pocilga y aprovechar las oportunidades que la vida le alcanzará a dar, incluso si venía con mucha mierda de por medio incluida. Lidiaría con ello.