La Pluie☂ [NOMIN]

008

Jaemin.
Me siento en el sillón puff que tengo en la sala mientras doy un suspiro pesado, el pecho me duele y la cabeza también.

A esto le temía, a sufrir por una persona puesta por el destino. Evité tanto tiempo este dolor, que tal vez no sea tan fuerte como el que mi padre sintió ese día, pero de igual manera duele. Pienso en que hubiera pasado si yo no lo hubiera ignorado, si yo hubiera respondido aquel lluvioso día en el que a mi padre le rompieron el corazón.

Busco a mis mascotas, no me recibieron al llegar y se me hizo extraño ya que Luna siempre me recibe con sus bonitos maullidos. Veo hacia la camita de Luna y ahí están los dos durmiendo, Luna esta cubriendo a Sun y se ven muy cómodos. Me hace feliz saber que se llevan bien y que Luna lo está cuidando.

Les dejo comida y leche para que cenen cuando se despierten y me dirijo hacia mi habitación. Me dejo caer boca abajo en la cama y cierro los ojos dando otro suspiro. La habitación esta oscura, ni siquiera tengo ánimos de encender la luz. ¿Así se siente tener el corazón roto? ¿Dolerá siempre?.

Dejo mis ojos cerrados y trato de no pensar en el sentimiento que llevo dentro y me dejo llevar por el sueño que acaba de llegar a mí y sin más me quedo dormido.

°°°
Abro los ojos de un solo y veo todo oscuro tal y como estaba cuando entré. Busco mi celular en la bolsa la cual cual tiré junto conmigo cuando me deje caer en la cama. Lo encuentro y veo la hora. Las 02:45am resalta en la pantalla.

Me levanto de la cama y siento un punzón en mi brazo, tuve que haber adoptado una mala posición mientras dormía para que duela de tal manera. Ignoro el dolor y empiezo a quitarme la ropa que llevo puesta colocándome mi pijama.

Con la pijama puesta me dirijo a la cocina en busca de algo de comer ya que el estomago me ruge pidiendo ser alimentado.

Abro el refri y noto que se encuentra semi vacío. Veo una caja de leche y un poco de fresas, las tomo y busco la licuadora, me haré una malteada de fresa con leche para poder saciar mi hambre.

—Tendré que hacer compras un día de estos.—Anoto mentalmente, tengo días de no hacer compras en el super.

Estoy quitando la parte verde de las fresas cuando veo que Luna se sube a la barra y se acerca a mí para ver que estoy haciendo.

—¿Dónde has dejado a Sun, Luna?—Pregunto mientras ella se recuesta en el azulejo. Voltea hacia donde se encuentra la sala y deduzco que ha de estar allá.—Ya veo, lo has dejado dormido.—Ella me queda viendo y parpadea perezosa.

Termino de limpiar las fresas y las coloco en la licuadora con un poco de leche, azúcar y canela.

—Cuida tus oídos, pequeña porque esto hará muuucho ruido—Le advierto y ella me ignora. Que conste que yo le advertí.

Coloco el vaso de la licuadora en el motor y la enciendo mientras veo a Luna dar el salto de su vida cayendo al piso en sus cuatros patas.

—No lo quería decir, pero debo hacerlo.—La señalo—Te. Lo. Dije.