Prologo: Una noche en Aokigahara

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Sobrevivir era lo único que ocupaba su mente, mientras el miedo se apoderaba de su cuerpo y la tristeza por perder a alguien cercano inundaba su corazón. Acababa de presenciar la muerte, o más bien el asesinato, de su madre a manos de algo que solo había escuchado en los cuentos de terror de su abuela:

Un Oni.

Hablando de la criatura, rugía tras la pequeña presa que corría y se escondía entre los árboles de Aokigahara.

El niño, de alrededor de 10 años, tenía el cabello rojo y unos hermosos ojos azules, tan brillantes como el océano. Sin embargo, en ese momento los tenía cerrados con fuerza, mientras las lágrimas no dejaban de correr por su rostro.

Y todo esto por la inocente razón de haber venido de visita junto a su madre para ver a sus abuelos que vivían en el pueblo de Fujiwaguchiko.

<------- Flash-Back

El pequeño niño contemplaba asombrado el espeso bosque a través de las ventanas del autobús.

— Naruto, ven aquí — llamó una mujer de unos 27 años, con cabello rojo escarlata y ojos azules. La mujer rio y limpió un poco del chocolate que cubría las mejillas de su hijo.

— ¿A qué hora llegaremos? — preguntó Naruto a su madre.

— Estamos cerca — respondió la pelirroja, mirando por la ventana para ver el pueblo de Fujiwaguchiko.

Después de aproximadamente 2 horas, finalmente llegaron. Mientras salían del tren, un destello rojo embistió a Naruto.

— ¡Naruto! — exclamó una chica de 8 años, lanzándose a los brazos del pelirrojo.

— Hola, Yotsuba — Naruto abrazó a la chica, cuyo cabello largo y rojo recordaba al de Kushina.

— ¡Vaya! Yotsuba-chan, ¿no tienes un abrazo para tu tía favorita? — bromeó Kushina. Yotsuba rápidamente se dirigió a abrazarla.

— ¿Y las demás? — preguntó Naruto mientras tomaba su maleta.

— Se quedaron en casa con los abuelos y mis tíos. Solo vine yo con mi mami — explicó Yotsuba.

— Me alegra que hayan llegado bien — dijo una mujer detrás de ellos.

— ¡Tía Rena! — exclamó Naruto, abrazando a su tía.

— Hola, Naruto-kun. ¿Cómo has estado? — La mujer correspondió el abrazo. — Tomen, pensé que podrían tener sed después del viaje - Rena sacó dos botellas de agua de su bolso.

— Gracias, Rena — dijo Kushina, tomando la botella de su hermana.

Más tarde, el grupo llegó a una casa lo suficientemente grande. Yotsuba era bastante enérgica, por lo que no tardó en ser la primera en gritar las noticias. Inmediatamente, llegaron otras dos réplicas exactas de su prima. Ellas 3 más otras son las hijas de Rena y primas de Naruto: Ichika, Nino e Itsuki.

— ¡¡¡Naruto!!! — lloro Itsuki lanzándose hacia Naruto para que la abrazara. — ¡Nino está siendo mala conmigo, no me quiere dar mi muñeca!

— ¡No es cierto, esa muñeca me la regalo mamá! — Nino dijo en defensa propia.

— Esa muñeca es para las 5 tienen que ser compartidas — Dijo Rena intentando parecer que les estaba dando una lección. Kushina vio esto con cara de tristeza. Conocía la circunstancia de pobreza de su hermana y aun así buscaba la forma de sonreír aún que sea para sus hijas.

— Si mamá — dijo Nino aceptando dándole la muñeca a Itsuki. Que por fin soltó a Naruto.

Entraron a la sala de estar donde había varias personas, en un sillón otras copias de sus primas ya presentadas, sus nombres son Miku e Ichika.

Naruto Uzumaki: Hijo del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora