Libro 1: Capítulo 2

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Nueva amiga

— ¿Semidiós? — Naruto no podía creer lo que estaba escuchando.

— Sí, Naruto — respondió Tsunade con una sonrisa enigmática — Eres un semidiós.

— ¿Qué es un semidiós? — preguntó Naruto.

— Ammm... creo que no es el momento adecuado para tener esta conversación... — Tsunade se rascó la mejilla. — Pero en resumen, un semidiós posee características tanto divinas como humanas. Nuestro origen se remonta a la unión entre un dios y un ser humano, heredamos parte de su poder. — Cuando Tsunade terminó de explicarle a Naruto, sus ojos se iluminaron.

— ¡¿En serio?! Eso significa que... — Naruto abrió los ojos y la mujer rubia asintió.

— Dado que tenías una madre humana, eso significa que tu padre es un Dios, pero la pregunta es, ¿Quién? — Tsunade dijo.

— ¿Y cómo puedo encontrarlo? — Naruto preguntó entre emocionado y desesperado, siempre quiso conocer a su padre y por fin tenía la oportunidad.

— Bueno... por lo general, no podemos saber quién es nuestro progenitor divino — Naruto se sintió un poco decepcionado, pero levantó la vista y Tsunade puso una mano reconfortante en su hombro — Pero hay una manera.

— ¿Cuál? — preguntó el rubio.

— Tienes que desatar tu poder divino, para que los dioses puedan reconocerte. — Tsunade dijo.

— ¿Y cómo hago eso? — Naruto ladeo su cabeza.

— Bueno... eso depende de cada semidiós, cada uno despierta su poder de maneras distintas. Yo, por ejemplo, lo desperté cuando una enfermedad casi mata a mi mejor amigo. Dejando eso de lado, mañana iremos a conocer toda la isla y los puntos más importantes.

— ¡Eso suena genial! — Naruto dijo emocionado, la idea de explorar una isla desconocida y descubrir más sobre su herencia divina despertó algo en él.

Tsunade asintió, complacida por la actitud positiva de Naruto.

— Por ahora te guiaré a la que será tu habitación hasta que descubramos quién es tu padre divino— dijo Tsunade — Y mañana regresas a mi oficina para poder presentarte.

Naruto asintió y siguió a Tsunade mientras se dirigían hacia su habitación. Aunque estaba ansioso por descubrir la identidad de su padre divino, sabía que tenía que ser paciente.

Algo en lo que él no era bueno.

Tsunade lo condujo a una amplia habitación con una vista panorámica de la isla. Estaba decorada con símbolos y artefactos antiguos, recordatorios de la conexión divina que existía en ese lugar.

Aunque parecía más habitación de un hotel de lujo.

— Aquí estarás seguro y protegido, Naruto — dijo Tsunade — Puedes descansar y prepararte para lo que está por venir... Solo para hacerlo oficial, Bienvenido a Narukami, hogar de semidioses.

Después de eso, Tsunade salió de la habitación, Naruto miro a su alrededor, aunque se sentía emocionado por las aventuras que le esperaban, también se tomó un momento para reflexionar sobre todo lo que había aprendido hasta ahora.

Se preguntó quién podría ser su padre y qué tipo de poderes heredaría de él y aunque fuera muy en el fondo, también pensó en cómo utilizaría esos poderes para vengarse del Oni que asesino a su madre.

Mientras la noche caía sobre la isla, Naruto se dejó llevar por el sueño. Se recostó en su cama, sintiendo la suave brisa que entraba por la ventana abierta, cerró los ojos y se sumergió en un mundo de sueños y visiones.

Naruto Uzumaki: Hijo del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora