ONE.

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𝓐𝐂𝐓 𝐎𝐍𝐄 ┊ ˚➶ 。˚ 🧣

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TOM KAULITZ.

1 de octubre de 2015.

Bill y yo habíamos arreglado para salir a almorzar juntos, en un restaurante italiano que varias veces habíamos frecuentado, eran las once cuarenta y yo estaba en mi auto dirigiéndome hacia el restaurante.

Me entró la llamada de Bill la cual conteste mientras giraba el volante hacia la derecha.

── ¿Que sucede? ── Me frene en el semáforo el cual estaba en rojo, prestandole atención a mi gemelo el cual se veía en la pantalla.

Bill y su obsesión de hacer video llamadas.

── ¿Ya estas viniendo? Porque quería pedirte si podías pasar por la tintorería junto al parque, deje un saco y olvidé completamente que debía ir a buscarlo, ¿Me lo traes porfi? ── Su voz se escucho y mientras también se oía gente hablar en el fondo, vi a la pantalla y mi hermano ya estaba en el restaurante.

── Claro, no te preocupes ── Rodé los ojos divertido mientras arrancaba el auto ya que el semáforo había cambiado.

── Gracias hermanote, te espero. Besitos ── Bill me mandó un beso y corto la llamada.

Suspiré mientras cambiaba mi rumbo hacia la tintorería.

Di varias vueltas buscando donde estacionar, pero al ser viernes por el mediodía el lugar estaba repleto de autos.

Chisté y rodee el parque, quedando a una cuadra de la tintorería.

Me bajé del auto y empecé a caminar, no sin antes ponerme unos lentes para camuflarme un poco.

Niños y niñas corrían por todas partes mientras yo caminaba con mis manos en mis bolsillos.

Una niña corría como loca y al parecer no me vio porque se chocó conmigo aunque intente frenarme, la niña ya estaba en el piso viendo sus manos respadas.

── Oh, eso debe doler, ¿estas bien pequeña? ── Me agaché hasta su altura mientras quitaba mis lentes.

La niña me miro un poco apenada. Sus mejillas estaban rojas de tanto correr y su respiración agitada mientras intentaba ocultar el dolor al caer sobre sus manos.

Mi corazón dio un vuelco, su mirada se me hacia tan conocida.

De alguna forma le encontré un parecido a mí.

La niña estaba por responderme cuando un grito y unas pisadas aceleradas a mi espalda hicieron que la chica mirara sobre mi hombro.

── ¡Taylor! ── Una mujer hablo a mis espaldas y la niña rápidamente se enderezo, yo igual.

Conozco esa voz, pero, ¿De dónde?

── Mami... Yo... ── Escuche a la niña la cual ahora sabia que se llamada Taylor.

── Te he dicho mil veces que no hables con extraños, Taylor ── Suspiró frustrada la mujer. ── ¡Y tu! Alejate de los niños, maldito enfermo ── Frunci el ceño.

𝐁𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐌𝐀𝐍 : 𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora