06. so much power

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✧;。゚・ — WHO IS SHE... ༉‧₊˚✧
introducing the chapter six ➤ so much power
a Kaz Brekker fanfiction 🖤
© written by artemis 。゚・

 ༉‧₊˚✧introducing the chapter six ➤ so much power a Kaz Brekker fanfiction 🖤 © written by artemis 。゚・

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EL CLUB CUERVO ERA ALGO... EXTRAÑO.

No podía decir que era feo, pero tampoco era acogedor. Tal vez porque el ruido de cartas, dados y borrachos no eran sus favoritos. O tal vez, porque no había entrado por el lado correcto.

Thalia tuvo que sumergirse en las sombras para encontrar la oficina de Kaz Brekker. Clavó sus pies el piso y de un salto, y gracias a las suelas de metal se pegó a la pared de ladrillos del dichoso club. Tuvo que pasar ventana por ventana, la mayoría de las habitaciones estaban vacías, pero había otras... que definitivamente no estaban vacías. Hasta que llegó en la última.

Por supuesto que el dramático Manos Sucias tenía que vivir en la punta de su edificio más famoso y tener una ventana diminuta por la que su cuerpo apenas y paso.

La oficina era bastante elegante, en lo que cabía. El escritorio podía ser mejor, pero era el barril, no podía pedir mucho. El cuadro que colgaba con elegancia era sumamente hermoso, y los pequeños detalles la hacían... interesante.

Pero hubo algo que le llamó la atención.

La oficina de Brekker, no era solo su oficina, sino también lo que parecía ser su cuarto. Santos, se le ocurrían tantas ideas.

Sonrió al escuchar el bastón del bastardo del barril contra el suelo y sentir su ya conocido metal del que estaba hecha la cabeza de cuervo icónica de la punta del mismo.

Kaz abrió la puerta con la mayor seguridad del mundo y puso el seguro tras de sí. No la había notado, por supuesto, casi nadie lo hacía a menos que ella así lo quisiera.

— ¿Has notado que no miras mucho tu cama? — le pregunto a Kaz quien frenó en seco al escucharla.

— ¿Qué haces aquí? — le preguntó con su voz rasposa.

Thalia le sonrió, se encontraba dada vuelta, con los pies en la cabecera y su cabeza colgando, mirando a Kaz de manera invertida.

— ¿Así me tratas? — se dió vuelta para evitar que la sangre se le fuera a la cabeza, arrugando las sábanas en el proceso — Mucha gente estaría feliz de tenerme tan rápido en su cama — le dijo de forma burlona.

Kaz se acercó a ella de forma intimidante. Thalia levantó la mirada para verlo. — ¿Qué haces aquí? — le volvió a preguntar.

Ella se levantó despacio, aunque todavía quedaba medio centímetro que hacía que tuviera que levantar la mirada para ver los ojos azules de Kaz. — Te dije que te encontraría, ¿No?, Aquí estoy —

Brekker la miró con los ojos entrecerrados. No confiaba en ella, claro estaba.

— Te creo — mintió — Y te ayudaré, no por ti sino por mí, mientras tú prometas no divulgar mi secreto por ahí. Me gusta mi vida como la vivo — eso si era cierto.

— ¿Yendo a la universidad? — preguntó hasta con leve asco, había notado Thalia.

— Veo que has hecho la tarea — lo rodeo para pasar a la parte principal y apoyarse en el respaldo de la silla — Si quieres conquistarme un ramo de petunias negras es más que suficiente, no necesitas tanta investigación — dijo con una sonrisa.

Kaz Brekker se pasó la lengua por la mejilla interna, seguramente preguntándose a sí mismo porque la había buscado para empezar. — Es un trato justo — dijo finalmente.

Thalia lo analizo todo lo que pudo, la forma en la que se movía, en la que hablaba, en la que se mostraba a los demás. No había ninguna marioneta ahí, pero ella podría sacarle los hilos de donde él menos lo esperaba.

— Dime lo que sabes — le demandó.

Brekker la rodeó para sentarse en su escritorio. Thalia lo imitó del otro lado y tomó asiento en la silla frente a él.

— Hace dos semanas el mercader Nicolas Napoli ha estado llevando a cabo el suero en el laboratorio de su casa, es un mercader reconocido para el consejo mercante ya que suele venderles los medicamentos que consumen — le explicó — El consejo piensa que este suero tiene el potencial para limpiar las calles del barril, y tiene el apoyo de la mayoría de ellos, especialmente de... —

— Jan Van Eck — terminó por él — Suele estar obsesionado con limpiar esta parte de la ciudad, como si él fuera tan moral — dijo con ironía.

Brekker asintió dándole la razón — Pero un laboratorio en tu casa no es la mejor opción, menos cuando quieres restregar tu éxito con una fiesta —

— ¿Crees que pueden presentar el suero ahí? —

— Creo que es la oportunidad perfecta para destruir el avance que tienen — Brekker dio una sonrisa de costado — El espectro ha estado allí antes, tiene dos guardias altamente entrenados que cambian cada diez minutos para evitar los sobornos, claro, que tanto poder lleva tanta seguridad, pero supongo que te las puedes arreglar —

Asintió lentamente — Tanto poder en las manos de un par de hombres — susurró.

— Próximamente en las manos de nadie —

"Si de alguien, en las mías"

— Así que básicamente... quieres que entre en una fiesta con un montón de hombres del consejo mercante, por lo tanto, con un montón de gente de la Stadwatch y destruya un laboratorio altamente vigilado —

— Basicamente —

— Sabes cuando dijiste que podíamos ser de utilidad para el otro esperaba algo más... — se mordió el labio de manera discreta — Indecente —

— Si no puedes concentrarte, encontraré una forma de hacerlo solo — habló Kaz, aunque había desviado para dirigirla a donde sea menos a ella. Estaba nervioso.

Sonrió — Me parece que eres tú el que no puede concentrarse — le dijo mientras clavaba más su mirada en él.

— Volkov... — le dijo Kaz devolviéndole finalmente la mirada y con una advertencia en ellas.

Thalia se relamió los labios. Una fiesta era una buena opción, siempre le había resultado fácil actuar como noble e infiltrarse en fiestas. Pero había un problema, las nobles, las verdaderas nobles, estaban todas casadas.

Y no podía llevar a Matthew, así que solo quedaba...

— ¿Sabes cual es el truco para desaparecer? —

— Ilumíname —

— Ser bonito — se acercó a él por encima del escritorio — ¿Recuerdas lo que te dije? — la expresión de Kaz decía que no — Que eres atractivo — aclaró — Consigue un traje adecuado Manos Sucias, nos iremos de fiesta —

Le guiño un ojo y desapareció como solía hacerlo. Aunque solo hubiera salido por el mismo lugar por donde entró.

"Tanto poder" se repitió a sí misma. 

 

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2023 ⏰

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