-- Bien faltan tan solo unos minutos para que venga Alex.
El albino murmuró observando la hora en su reloj, los gatos simplemente estaban observandolo con curiosidad.
-- Bien creo que ya tengo todo listo, la comida para los gatos ya está servida en sus tazones, tienen agua, su arenero ya esta y todo lo demás creo que ya.
El albino siguió hablando para si mismo un poco nervioso por dejar solo a los gatos.
-- Bien pequeños los dejaré un rato solos porque tengo que ir a trabajar.
Dijo en un tono suave mientras se arrodillaba para hablar con ellos sin importarle menos su apariencia.
-- Debo parecer loco por hablar con gatos que claramente no me entienden, lo más seguro es que en un futuro me conozcan como el loco de los gatos.
Comento en un tono burlón riéndose de si mismo, sin darse cuenta de las miradas de los gatos que parecían que lo observaban como un total loco.
Dejo de reírse al darse cuenta que le llegó un mensaje y agarró sus pertenencias al terminar de leerlo.
-- Bien pequeños parece que ya llegaron por mi, cuidense y no causen tantos problemas.
Comento mientras los acariciaba para después marcharse.
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Se podría observar como un chico de cabellos blancos se encontraba sentado en una oficina pareciendo estar en una reunión.
-- Ahora damos por finalizada la reunión, ya se pueden retirar.
El chico de cabellos blancos hablo, mientras que las personas comenzaron a salir, al final solo quedaron el y otras personas en la oficina.
-- Escuché de Alex que conseguiste unos gatos, no pensé que llegarías a tener mascotas algun día.
Hablo un chico de cabellos rubios.
-- Si, yo tampoco pensé que tendría a gatos como primera mascota.
Soltó una pequeña risa al decir eso el peliblanco.
-- Cierto a ti te gustaban más los perros, quien diría que al final tendrías gatos en lugar de perros.
