𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘵𝘦

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Unos pasos apresurados se escucharon acompañado de la voz de un chico.

-- ¡Paimon!

Un chico de cabellos largos y rubios, se acercó corriendo y tan pronto como estuvo cerca abrazo a la niña.

Su respiración se encontraba levemente agitada por haber estado corriendo en todo el camino. Los nervios, el miedo y el pánico que lo llenaron en esos minutos de desesperación se esfumaron al tener en sus brazos a la niña.

Pequeños gotas translúcidas salieron de sus ojos, su cuerpo no pudo evitar temblar, si bien solo habían pasado entre 10 a 15 minutos sintió que fue una eternidad, el miedo de que su pequeña hermana menor desapareciera le provocaba pavor, no quería volver a perder a su familia, no cuando por fin volvía a tener razones para sonreír.

-- Lo siento, no debi perderte de vista, todo esto es mi culpa. --Su voz se quebró, mientras la abrazaba con fuerza sin querer que lo viera en ese estado tan patético, las lágrimas no paraban de salir.

-- No, no, no, esto fue mi culpa, no debi alejarme de ti, siempre me dices que nunca me aleje pero lo hize y lo siento. -- Comentó mientras lágrimas salían de sus ojos, el ver cómo la primera persona que la cuido y quiso lloraba por su culpa hacia que sintiera un inmenso remordimiento.

-- Esto no es tu culpa, debi prestar más atención.

La culpa lo llenaba, sentía enojo hacia el mismo por descuidar a su hermana de ese modo.

-- No, yo debi de haberte hecho caso, lo siento.

La pequeña se sintió mal al escuchar la voz ligeramente cortada de su hermano.

-- Esta bien, todo ahora esta bien. Además lo importante fue que no pasó a mayores. -- Las lágrimas dejaron de salir, mientras respiraba intentado tranquilizar su respiración se levantó secando las lágrimas de la niña para acariciar su cabeza segundos después la cargó entre sus brazos para voltear a ver a su amigo albino que no había dicho ninguna palabra y se alejó un poco de ellos para darles espacio para hablar.

-- Gracias Haru, no se que pasaría si no la encontrabas. -- Hizo una pequeña reverencia debido a que todavía tenía a paimon entre sus brazos, la pequeña ya estaba más tranquila, mientras escondía su cara en el pecho del rubio.

Una sonrisa apareció en los labios del albino mientras negaba.

--- No tienes que agradecer, fue suerte que la encontrará y reconociera.

-- Aun así, te lo agradezco, me tendré que ir a casa, no creo salir hoy. -- Intento mostrar una pequeña sonrisa mientras acariciaba el cabello de paimon y se preparaba para irse.

-- Este solo fue un accidente, si no ocurría hoy podría ocurrir otro dia así que no fue tu culpa.

El rubio detuvo su andar al escuchar las palabras de su amigo junto con sentir su tacto en el mientras olía como soltaba pequeñas feromonas para tranquilizarlo.

-- Gracias... -- Agradecía el como su amigo intentaba apoyarlo a su manera, sentía como se relajada, no sabía si era por sus palabras o por las feromonas pero no le importaba, una pequeña sonrisa asomo su labios.

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¿¡𝘌𝘯 𝘖𝘵𝘳𝘰 𝘔𝘶𝘯𝘥𝘰!? | 𝐋𝐨𝐨𝐤𝐢𝐬𝐦 𝐘 𝐆𝐞𝐧𝐬𝐡𝐢𝐧 𝐈𝐦𝐩𝐚𝐜𝐭 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora