tres

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—Luna, llegamos a Tijuana desde hace horas, despierta—Luna entreabrió los ojos, Valeria estaba intentando despertarla con insistencia y ella no entendía la razón, era muy temprano—Tenemos que bajar, ayudar a los morros con sus cosas y hacer check-in en el hotel—

—¿¡Qué!? ¿¡Por qué Nata no me despertó!?—Sé levantó en seco intentando cambiarse de ropa rápido, ya era tarde, ese niño nunca se aguantaba nada para entrar al hotel y le parecía muy raro que no la hubiera levantado como siempre en cuánto llegaron.

—No quiso, dijo que ayer venías muy grifa y que te hacía falta descansar, así que te deje una hora más pero ahorita necesito que me ayudes—Le explicó, ella intento apresurarse pero no le alcanzo el tiempo más que para salir de la habitación en unos shorts deportivos y con un moñito desaliñado en el cabello.

Caminó por toda la extensión del vehículo recogiendo cosas, Nata tiraba todo por todos lados y era imposible hacerlo mantener orden así que había que revisar todos los espacios en el bus para no olvidar nada.

—Uy buenos días, ¿Dónde va a ser la fiesta para que vengamos de gala?—Sé burló Nata en sus espaldas al verla tomar las cosas de la mesa con rapidez, pocas veces la veía así de desarreglada.

—No me levantaste, así que soporta—Volteó hacia él para mostrarle la lengua en modo de burla, el chico se defendió picándole la panza—¡Rubén ya!—Gritó divertida, le hacía cosquillas, unos segundos después Hassan salió corriendo de quién sabe dónde.

—¿¡Qué pasó!? ¿¡Estás bien!?—Preguntó espantado, Nata y Luna se vieron fijamente y después estallaron en risas— Par de mamones, me asustaron pendejos—

—Ora verga ¿Y que le voy a hacer yo a esta morra? sí es mi todo—El otro chico se encogió de hombros al escucharlo, a ella no le pareció extraño escucharlo decir aquello, al final de cuentas eran mejores amigos.

—Ah... No sé wey vete a la verga—Respondió medio cabizbajo en un tono de chiste.

—Ay ya, no sé peleen, hay Luna para los dos—Sonrió y después volvió a su trabajo.

El bajar del bus por suerte no había significado mucho esfuerzo, los muchachos también cooperaron con sus cosas y gracias a ello hicieron check-in en escasos minutos, después cada quién se dirigió a su respectiva habitación, Valeria y Luna la compartirían mientras que Nata y Hassan tenían una propia, la castaña estaba desempacando unas cosas para acomodarlas en dónde sería su dormitorio temporal cuando escuchó el sonido de notificación en su teléfono, lo tomó entre sus manos mientras se sentaba sobre la cama y notó que tenía seis mensajes de su mamá y uno de un número que no tenía registrado, procedió a responder a su mamá quién le decía que había perdido el cargador de su teléfono así que le fue imposible prenderlo sin comprar otro antes, el saberlo le devolvió el alma al cuerpo, luego de estar más tranquila revisó el otro mensaje, el número no lo conocía y tampoco aparecía la foto de perfil así que decidió contestar para ver de quién se trataba.

"Hola, me dieron tu número 🥷 quiero saber en que habitación estás" Leía.

"Uhm hola, ¿Quién eres?" Respondió.

"¿Cómo no vas a saber niña?" El corazón le empezó a latir rápidamente con esa respuesta, ella ya lo había bloqueado antes de cambiar de número ¿Cómo había logrado obtener el nuevo?

"Por favor no me molestes, ya te dije que no te quiero ver después de lo qué pasó, deja de ser tan descarado cómo para buscarme, grax:)" Se animó a mandar, iba a dejar el celular sobre la cama y dar la conversación por terminada cuando un nuevo mensaje llegó.

Por las noches - Hassan Laija (Peso Pluma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora