cinco

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La luz solar ya entraba por los ventanales de la habitación de Hassan cuando Luna despertó, estaba desubicada, recordaba muy poco de la noche anterior y sentía que la cabeza le explotaría, se levantó y se dirigió a un espejo cuerpo completo que había en la habitación, al verse, se sorprendió al notar que estaba usando un pantalón y camiseta deportivas de pijama y no el vestido negro ajustado que se había puesto para la fiesta, su maquillaje estaba intacto aunque el rímel era un desastre, bostezó y comenzó a tratar de averiguar de quién chingados era la habitación, no era la primera vez que se había puesto así de borracha y terminaba en otro lugar que no fuese su casa así que evitó asustarse, pensaba que seguro sería alguno del equipo ya que era el mismo hotel en el que se estaban hospedando.

—Ya te despertaste chula—Dijo el de lunares mientras salía del baño conjunto secándose el cabello con su toalla, también tenía una toalla enredada en la cintura y ni rastro de camiseta, la chica pegó un brinco instantáneo—Ay, no te quería asustar—

—¿¡Qué hago aquí!?—Preguntó volteándose y tratando de mantener la calma, de todas las personas que pensó que serían las dueñas de la habitación jamás pensó que sería Hassan quién saldría recién bañado con sólo una toalla encima.

—Hey hey, calmada aguántatelas, anoche te pusiste a pelear y a quererte agarrar a vergazos con el Óscar, estabas gritando que le ibas a contar a todos las mamadas que hizo y yo te agarré y te saqué a la verga de ahí antes de que la cagaras más—Le contó mientras se vestía a sus espaldas, él no podía verla pero la cara se le estaba cayendo de la vergüenza.

—Puta madre... ¿Quién vio?—Suspiró, deseó desde sus adentros que nadie hubiese presenciado aquella humillación.

—Pues todos niña, por algo te saqué de ahí... Ya te puedes voltear sí quieres, ya me vestí—Avisó, la chica por fin volteó para verlo a los ojos con la cara hecha un tomate.

—¿Sabes dónde está mi celular?—Quería llamar a su ex y pedirle una disculpa, no podía ser posible que hubiera llegado a tal grado de inmadurez pública.

—Sí, yo guardé tu bolsita, milagro esa no la vomitaste—Rió mientras buscaba lo indicado entre sus maletas.

—¿Me vomité? No no no, Hassan dime que no—Rogó sentándose sobre la cama con las manos en el rostro, el chico le extendió la bolsa y ella la tomó para poder sacar el celular—Que asco y que pena no puedo—

—Pues sí, tuve que tirar mis tenis para subirnos al uber, pero no pasa nada chula, yo me compro otros y ya no hay pedo—

Desbloqueó su teléfono y todo era un verdadero caos, videos del momento que narraba Hassan estaban colgados por todo internet con títulos como "¿La ex de Óscar Ortiz pasó por maltrato durante su relación?" "Video de la ex loca de Óscar Ortiz gritándole en un bar" "Supuesta novia de Óscar Ortiz le grita en un antro" tenía millones de mensajes de fans de él reclamando y familiares suyos preguntando por lo sucedido, ella estaba acostumbrada a las notificaciones constantes pero jamás a esa magnitud, el teléfono posado en la mesita de noche vibraba solo sin parar.

—¿Qué hago Hassan? La súper cagué—Lamentaba, ahora todos estaban enterados de lo que había pasado entre ellos—Tal vez debería llamarlo...—

—No no, mira mejor lo consultamos con el manager de Nata, sólo no vayas a decir nada—Le aconsejo, ella asintió, era mejor no decir nada hasta saber que pasaría—¿Quieres desayunar? Te consigo lo que quieras para que te distraigas—

—Se me antoja un chingo una birria, dicen que aquí es buena—

—Sale pues, quédate aquí que voy—Le revoloteó el cabello, ella sonrió con los ojitos cerrados.

Por las noches - Hassan Laija (Peso Pluma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora