Un fresco amanecer había llegado a Solano pintando el cielo de reflejos amarillos y anaranjados. La temperatura local seguía siendo baja, a pesar de que había mejorado notablemente desde que la madrugada se esfumó.
A medida que el tiempo transcurría, los pasos de Farfa y Rich se habían tornado más lentos, arrastrados y pesados.
El sol que llegó para echarle color y sazón a sus solitarias horas no pudo solucionar el desabrido sabor de la vida misma. Su efecto era nulo y su presencia resultaba casi indiferente.
El camino continuaba por delante incierto e interminable.
— ¿Estás seguro que hay algo por aquí?
— Rich preguntó exhausto, oyéndose en su voz un cansancio inmenso.Llevaba dos horas cuestionándose qué tan buena idea había sido seguir a Farfa. Aunque no quería dudar de él, a veces lo miraba y tenía la sensación de que no sabía a dónde los estaba conduciendo.
— Sí.
— ¿En dónde?
— Ya vas a ver.
La conversación cesó.
Durante los momentos en que las dudas lo asaltaban, Rich había terminado por considerar que quizás habría sido una mejor idea esperar junto a la ruta a que algo más sucediera.
¿Pero qué era "algo", exactamente? Lo cierto es que él tampoco lo sabía.
Su mente ya no podía ver con claridad los peligros a los que habían estado expuestos, y no era capaz de entender que nada bueno les habría ocurrido si se sentaban a aguardar con toda la paciencia del mundo, como si fueran nada más que dos personas normales. El cansancio y la desesperación comenzaban a devorarlo, implantando en su mente ideas inexactas y precipitadas.
Siguieron caminando con notable descontento. Ambos estaban al borde de una grave afrenta si dentro de poco una pista no anunciaba que estaban yendo por el camino correcto, y por lo pronto ni una señal se aparecía en su ayuda.
El hambre, el sueño y la irritación los convirtió en dos detonantes que explotarían ante el más mínimo roce.
Y, para su desgracia, ese roce no tardó en llegar cuando Rich chocó a Farfa luego de tropezarse por error con una piedra.
— ¡Hacete para allá! — dijo Farfa con brusquedad, mientras lo devolvía a su lugar de un empujón para luego seguir caminando.
— ¡¿Puedes dejar de ser tan imbécil?! Ninguno de los dos quiere estar aquí. — respondió molesto y levantando la voz.
Farfa se detuvo, sorprendido por el comentario de Rich.
Como respuesta a su asombro, un veloz y aparente odio cegó sus sentidos por un instante, permitiéndole sentir nada más que una profunda ira, y solo necesitaron de un corto y escurridizo segundo para que la paz estallara con violencia, manchando de manera irreversible todo lo que estaba a su alrededor.
Habían finalmente perdido el control.
— ¡Andate si no te la bancás! ¡Si sabía que ibas a ser tan infumable te dejaba tirado con ese auto de mierda!
— ¡Me hubieras dejado pero eres un cobarde!
Guardaron silencio para mirarse con destellos de furia en sus ojos. Se acercaron de manera peligrosa, quedando tan juntos que casi podían respirar el aire que el otro exhalaba.
Como un último trueno antes de que una feroz tormenta reventara el cielo, Farfa apretó sus puños con fuerza. Fue entonces cuando, decidido y casi trastornado, no dudó en abalanzarse hacia Rich.
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Café Colombia. | FarfaRich.
FanfictionImprevistos y aventuras definirán la relación de dos traficantes de café que se ven envueltos en la necesidad de aprender a trabajar juntos cuando un país entero comienza a seguir sus rastros. -.-.-.-.-.-.-.- Aclaraciones: •Este fanfic fue escrito y...