Capitulo 7: La serpiente marina

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La boda había sido anunciada anoche, afortunadamente la noticia pareció alegrar a la corte que los recibió muy calurosamente, lo que hizo feliz a Lucerys y entusiasmado aún más con la idea. Cada vez que alguien se acercaba para hablar con ellos dos, el omega era honrado con las manos firmes del Alfa en su cintura, un acto que mostraba posesividad.

A Lucerys le gustaba eso, le gustaba desfilar por el salón con el aroma de Aemond, le gustaba tener las manos del Alfa en su cuerpo y en el futuro le encantaría mostrar la marca de unión de los dos. La idea de poder comportarse como quisiera siempre y cuando Aemond lo aprobara le agradaba enormemente.

El final de la velada estuvo regido por celebraciones y bailes, Lucerys bailó con su hermano , Healena e incluso Baela disfrutando de la ligereza de la situación. Bebió poco vino pero fue suficiente para marearlo un poco.

- Ven, tienes que acostarte. -Aemond sostenía a una necesitada Lucerys en su regazo, el rostro del omega presionado contra el cuello ardiente del Alfa, sus deditos acariciaban el cabello plateado de su tío y siempre ronroneaba cuando Aemond le devolvía la caricia con un firme apretón en la esbelta cintura del omega.

- No quiero acostarme, quiero estar contigo . - Lucerys comenzó y besó repetidamente las mejillas y la mandíbula del Alfa, y Aemond siempre lo dejaba, ya que era satisfactorio ver a Lucerys retorcerse necesitando atención, necesitando de él.

- Por supuesto que sí. -  Aemond acarició el cuello del omega con las yemas de los dedos y sacó un gemido astuto de sus tentadores labios .- Estás actuando de manera inapropiada, ¿debería enseñarte a comportarte mejor?

- ¿Es inapropiado desearte? -.  Lucerys adoptó una expresión inocente.

- Te gusta presumir ante ellos -.  Aemond se pasó la mano por el suave y oloroso cabello.

- Me gusta que vean lo bien que me están cuidando  - . Lucerys ahora estaba mordiendo el lóbulo de la oreja del Alfa y tirando con los dientes, emitiendo un sonido obsceno. - Que tengo un buen alfa para calentar mi cama por las noches.

Aemond lo miró fijamente con una mirada oscura, el zafiro parecía brillar más ahora. Con su mano derecha agarrando el cuello del omega con fuerza controlada, a Lucerys le encantaba esa sensación.

- Eres una cosita provocativa y quiero destruirte - . Aemond aplicó más presión en el cuello del omega, Lucerys sintió que sus ojos se humedecían y sus labios temblaban de placer. - No te preocupes, pronto aprenderás cuál es tu lugar.

- Te deseo . - Lucerys aspiró el aire con fuerza cuando el alfa lo soltó. "Sólo tú Aemond."

- Estoy seguro de que te gustaría que te inclinara sobre esa mesa y hiciera lo que quisiera con tu cuerpo .-  Murmuró el hombre limitando sus toques al área de la cintura. - Puedo olerte goteando para mí, es muy fácil mojarte - .Aemond se burló.

Lucerys estaba excitado , sus muslos se frotaban para buscar algo de alivio a la dolorosa erección y Slick se quemaba por la entrada intacta que involuntariamente se contraía alrededor de la nada, se sentía tan vacío.

- ¿Cuándo me vas a dar los dedos? -. Lucerys siempre estuvo tan ansioso por recibir.

- Cuando creo que te lo mereces -. Aemond dice irreductiblemente.

- ¿Esta noche? -. Lucerys tenía ese tono esperanzador habitual.

- ¿Y crees que podrás conseguirlos? -. Bromeó Aemond, sus dedos ahora rozaban los labios de su amante.

- Mi cuerpo fue hecho para ti, por supuesto que puedo tomarlos. Mételos en mí y te lo mostraré - . El omega besó los labios del alfa de una manera nada casta para el público que tenían.

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2023 ⏰

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