La Tatuadora de Libélulas - Freenbecky

Capitulo 1

—¿Qué tal April? —Cuestionó Irin, su hermana adoptiva, quien se encontraba recostada en la parte superior de una de las dos literas de la habitación mientras jugaba al Candy Crush—. Es linda.

—No le gustan las chicas, Irin, te lo he dicho dos veces. Y a mí no me gusta ella —Se negó de inmediato mientras arrugaba su nariz—. ¿Negro o rojo? —Preguntó al colocar dos suéteres frente a su cuerpo, encontrándose completamente indecisa.

—El rojo dice que eres sexy y atrevida —Observó Nam, otra de sus hermanas adoptivas, quien estaba recostada sobre la parte superior de la otra litera con una laptop sobre sus piernas.

—Pero el negro dice que eres una chica ruda e intimidante, y vas a trabajar en una tienda de tatuajes mientras intentas pretender que tu piel está llena de tinta, así que creo que ese alejará a los curiosos —Observó Char, la mayor de ellas. Estaba haciendo el test de una revista a un lado de Nam.

—Supongo que me voy por lo seguro —Decidió mientras se quitaba la camiseta azul que ahora estaba llena de pinturas y babas de Seth.

—Hablando de ir por lo seguro... Puedes ir con Friend —Sugirió Irin casualmente.

La habitación se quedó en silencio.

—Terminé con ella hace seis meses, Irin. No iré con Friend, y mucho menos para que Beer te deje ir a una fiesta junto a tu estúpida novia.

—Vamos, Becky. Por favor —Le suplicó mientras hacía un puchero. La tatuadora rodó los ojos.

—Iré —Terminó cediendo—pero definitivamente no con Friend. Tendrás que buscar a alguien más.

—¿Qué tal Nop? Es gay, se llevan bien y estoy segura de que se alejará de ti en cuanto vea la gran cantidad de chicos que habrá allí.

Nop había sido el primer novio de Irin. Se separaron luego de una semana, pues él se había dado cuenta de que le gustaban los chicos y a Irin... a ella simplemente le gustaba otra persona. Aun así, luego de su fallido amorío, ambos se habían mantenido en contacto.

—Tendrás que hablar con él —Aceptó Rebecca con un encogimiento de hombros. Rápidamente el suéter negro pasó con su cabeza, y con un suspiro se sentó frente al espejo del tocador.

Irin dejó escapar un chillido.

—¡Eres la mejor hermana adoptiva del mundo, Becky!

—¡¿Qué hay de mí?! ¡Soy asombrosa! —Se indignó Nam.

—Lo eres, pero cuando te pedí que me acompañaras te negaste y dijiste que preferías quedarte con Char a hacer manualidades.

—Eso es porque soy su favorita —Presumió Char acurrucándose con Nam, una leve sonrisa decorando sus labios.

—En realidad es porque odio a la novia de Irin...

—¡Nam!

Rebecca rio desde su lugar mientras intentaba maquillarse para hacerse ver un poco más madura y profesional.

—¿Qué vas a tatuar hoy, Becky? ¿Traseros o algo así? —Atacó Irin con su muy típica curiosidad.

—No lo sé —Respondió mirando a su distraída hermana adoptiva a través del reflejo del espejo. No parecía interesada del todo—. Tengo un par de citas con unos hermanos que quieren los nombres de sus padres en las muñecas y una anciana que planea tatuarse una mariposa en el pecho... Supongo que lo demás será una sorpresa.

Se miró al espejo, asombrándose así ante los poderes de su maquillaje. Lucía mayor, profesional, intimidante. Y le gustaba, pues así nadie preguntaría nada.