25.

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Abrió la puerta de roble con demasiada facilidad, el ruido chirriante de la madera daba a notar lo vieja que era.

—Debería ser mas seguro—. Dijo para si misma al entrar por completo a la habitación con paredes de roca.

Un librero del largo de la habitación repleto de libros y pergaminos fue lo primero que vio, en el centro un pequeño escritorio bastante censillo con una silla que para su gusto era bastante incómoda, y solo una lampara aburrida que colgaba del centro de la habitación alumbraba el espacio.

Se dispuso a buscar entre el librero y sus distintos niveles; movio algunos libros llenos de polvo que se quedo en sus manos.

—Deberías estar en casa, no aquí—.

—¿Como sabias que estaba aquí?—. Tomo un pequeño trapo limpiando sus dedos llenos de polvo y mugre, para dar vuelta y ver a su padre cerrar la puerta tras de si.

—Bueno, Aoda no pasa desapercibida—. Dijo entre risas, cortando distancia de la chica para envolverla en un abrazo. —Feliz cumpleaños, mi pequeña—.

—Gracias papá—. Cerro los ojos disfrutando del cálido cuerpo de su progenitor.

Era extraño aun para ella; el pensamiento de abrazarlo a los diez años era impensable, el terror que su padre le transmitia era grande y lo suficientemente fuerte como para comportarse igual a un conejo asustado. Ahora podia abrazarlo libremente, sin miedo, sin barreras, podía hablar con él. Estaba feliz de lo mucho que su padre habia cambiado.

—Sasuke nunca se despega de ti y justo en tu cumpleaños tiene misión—. Reclamo el mayor, pues sabia muy bien que cuando el Uchiha se iba dejaba a su serpiente de confianza para cuidar de su hija.

Hinata rio entre dientes por el pequeño reclamo de su padre. Deshaciendo el abrazo lentamente. —Los shinobi de Yukigakure avisaron hace dos días  que encontraron a una mujer con las características de Kira en una guarida subterranea—. Tomo asiento en la silla que efectivamente era muy incomoda.

—No te preocupes por él—. Dijo tocando el hombro de su hija llamando la atención de ella. —Aun no me dices, qué haces aquí—.

—Quería encontrar alguna explicación lógica del porqué de las acciones de Harue—.

—No encontraras nada aquí. Toda esa información fue destruida hace mucho, yo no tengo mucho que decirte o los pergaminos, incluso los ancianos, todo lo que sabian Ino ya te lo dijo—. Sujeto ambas manos de su hija, sabía que estaba cansada de pensar en todas las posibilidades, estaba estresada de la situación de tanto misterio, quería hacer algo por ella, queria ayudarla. —Hija—. Dijo llamando la atención de la joven. —Es tu cumpleaños, olvidate un momento de Kira, y de Harue. Hoy deberias estar feliz—. Llevo su mano a la mejilla de su hija mientras la miraba con ternura. —¿Puedes hacer eso? Disfruta de tu cumpleaños, no todos los dias cumples veinte—.

—Supongo que tienes razon—.

—Vamos, Hanabi esta haciendo un pastel para tí—. Dijo dando media vuelta para salir de la habitación.

—¿Y la dejaste sola?—. Preguntó un poco divertida, pues su hermana no era tan buena en la cocina como en el puño suave.

Salio de la habitación despues de su padre, cerrando la puerta lentamente con una pequeña decepción por no encontrar nada.

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—¿Cómo esta? —. Pregunto a la serpiente a  traves del portal morado que habia creado, bajo la mirada atenta de un un rubio.

—Esta bien Sasuke-Sama. Esta en casa de su padre, al parecer Hanabi hara un pastel—.

—Espero que la enana no queme la cocina—. La serpiente rio del otro lado del portal, pues aunque no fuera su intención ya habia escuchado los gritos de quemaduras y reclamos asi misma de la chica. —Llegaré pronto, cuídala un poco más—.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2023 ⏰

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