Entró a hurtadillas por la ventana de su oficina, procurando de no hacer ningún ruido, y no ser descubierto en su travesía.
-Hokage-Sama-. El nombrado salto del susto provocando que toda la pila de papeles de su escritorio cayera al suelo por todas partes.
-¡Anne!, nunca me hagas esto-. Le reprochó a su asistente con con una mirada cansada.
-Debería dejar de evadir sus responsabilidades-. Como si fuera un robot la chica no tenía ninguna expresión en su rostro.
-No lo hago, solo salí a atender un asunto-. Cruzó los brazos indignado que lo trataran como un flojo e irresponsable.
-Volvió a escabullirse para cenar con los Uchiha-. El ninja copia empezó a balbucear cosas sin sentido. -Como sea, los ancianos lo buscan-.
-¿Eh? ¿Los ancianos?-. Recobró su compostura de líder. -Manda un mensaje; mañana los veré-. Dispuesto a retomar sus deberes comenzó a levantar las hojas del suelo.
-No me entendió. Ya están aquí-.
-Como sea, diles que pasen-. Dejando medio limpio ocupó su lugar en el gran escritorio. La chica se retiro de la oficina para darle pasó a los ancianos.
-Buenas noches, Hokage-Sama-. Los ancianos del consejo anunciaron su llegada a la oficina con un saludo y sonrisas hipócritas. -Nos alegra el poder estar aquí-. El vejete hizo una pequeña reverencia ante el líder.
-¿Qué los trae por aquí? Crei que era hora de su siesta-. Comento burlón en Hatake haciendo arrugar el ceño a los ancianos.
-Esto es importante-. La vieja empezó a hablar. -Queremos realizar una reunión con el matrimonio Uchiha-. A este punto el cerebro del líder empezó a maquinar.
-¿Uchiha?, ¿Por qué? Hasta donde yo tengo entendido; todo va de acuerdo a lo acordado-. Desvío su mirada para empezar a leer los papeles qué había tirado hace unos minutos.
-Por eso queremos llegar a un acuerdo con el Joven Sasuke-. Kakashi enfocó su mirada en los viejos que sonreian con malicia.
-Hablen-.
☆
El movimiento brusco del colchón lo hizo abrir los ojos de golpe y realizar una postura de combate, pero lo único que vio fue una cabellera azulina perderse en el baño.
Con sus manos en el retrete y su cabeza sobre el las arcadas y el vómito empezó a caer en el interior de el.
Con una mano ató en una coleta improvisada la cabellera de su esposa, y con la otra daba leves masajes en su espalda; en cunclillas al igual que ella se quedó quieto hasta que las arcadas cesaron.-No veas esto, es vergonzoso-. Y así jalo la palanca para que los desechos se fueran por el drenaje en un remolino de agua.
-Esta bien, no me molesta-. Le entregó una toalla para que se limpiará la boca. -Te espero-. Salió del baño para darle privacidad a su esposa para que pudiera limpiarse cómodamente.
-Esta parte del embarazo, no la disfruto-. Recibiendo una risa por parte de su esposo, volvió a la cama abrazando el cuerpo del chico. -En unas horas tenemos cita con Tsunade-Sama, me emociona mucho al fin poder conocerlo-. Acurruco su cuerpo contra el masculino, provocando que su cabeza quedará sobre el pecho de este.
-Descansa Hime-.
.
El olor a comida recién hecha la despertó, arrugó sus ojos por la molesta luz del sol que se asomaba por su ventana.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la iluminación buscó el cuerpo del chico pero no se encontraba; dirigió su vista al reloj.
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Mi diamante en bruto.
De TodoEs mi primera historia, así que no esperen mucho. Bueno la historia acontece después de la 4ta guerra ninja. Hinata y Sasuke son obligados a contraer nupcias.