Mi diamante en bruto.

13.

Dos pares de ojos observaron el caminar de los dos azabaches que salían del hospital. Caminaban uno a lado del otro, odiaban admitir que se veían bien juntos, al parecer iban charlando pues en repetidas ocasiones sus miradas se encontraban. La ojos jade cansada de esa escena desvío su mirada, al mirar a su compañero de radianten cabello rubio pudo notar que él aún mantenía su mirada en las dos figuras que ya eran poco visibles por la lejanía.

-Naruto-. Llamó la atención de su compañero, deshizo el abrazo en que aún la mantenía envuelta. -¿Pasa algo?-. Cuestiono.

-Sakura.... Tú... -. El rubio fue cortado por su compañera.

-No, Naruto. No puedo salir contigo porque yo amo a Sasuke-. Y joven rubio soltó una carcajada.

-¿Qué?-. Se rasco la cabeza avergonzado. -Te quería preguntar si ya estabas mejor, es que se está volviendo algo incómodo-.

-Oh, era eso, quizá podríamos ir más tarde a comer algo, ¿Te gustaría?-. Bajo su cabeza avergonzada, se sentía dolida al saber que el amor de su vida tendría un hijo con otra mujer, deseaba sentirse importante para alguien, ¿y quien mejor que su compañero que siempre ha estado enamorado de ella?.

-¿Salir? ¿Tú conmigo?-. La pelirosa asintió. -¿Por qué?-. Ladeo su cabeza confundido, lo único que recibía de su compañera eran golpes, nunca una invitación.

-Naruto, hazme olvidar, hazme sentir amada de nuevo-. La chica se acercó a su compañero con la intención de besarlo pero este de apartó.

-Sakura-Chan, lo de antes. Lo que pasó después de la boda de Hina y el Teme fue un error, lo admito. Yo también estaba destrozado y necesitaba olvidar un momento, por eso cuando fuiste a buscarme a mi departamento no me negué a esa noche que pasamos juntos, pero fue solo eso, una noche. Y no quiero usarte ni ser usado para hacerte sentir menos miserable con todo esto-. Metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y se encogió de hombros.

-Entonces.... Solo aceptaste tomarme porque te sentías igual que yo-.

-Si, quería declararme a mi Hina-Chan pero cuando volvió las cosas pasaron muy rápido, el compromiso, el matrimonio, todo.-. Miró con pena a su compañera.

-Estas enamorado de Hinata-. No era pregunta, lo estaba afirmando. -Naruto, ¡Eso es perfecto!-. Se abalanzó sobre el rubio para abrazarlo por el cuello. - Si tu le dices a Hinata lo que sientes ella te aceptara, entonces ella y Sasuke-Kun se dejaran y yo podré estar con él y tu con ella. ¡Todos tendremos lo que queremos!-.

Y ahora. ¿Cómo le decía a su compañera de equipo que ese cuadrado amoroso que formó era en realidad un triángulo donde ella no tenía lugar? Por lo que había hablado con Sasuke, ambos estaban enamorados de la misma chica de ojos perlados.

-Sakura-Chan, pasa que.... -No pudo terminar su oración ya que fue cortado por una enfermera que se encontraba a unos metros de ellos.

-Sakura-San, Lady Tsunade la necesita-. La voz de la enfermera que la llamaba la saco de su ensoñación.

-Enseguida voy-. Deshizo el abrazo que había formado ella misma. Y miro fijamente a su compañero. -Naruto, declara tu amor lo más pronto posible, nos vemos-. Dicho eso salió corriendo dando salititos de felicidad de vuelta al hospital.

Naruto solo pudo golpearse mentalmente antes de salir de ese lugar para ir a su departamento.

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La pareja de azabaches caminaban rumbo al distrito Hyuga por las calles más solitarias de Konoha, Sasuke le contaba todo lo que le había dicho Hanabi respecto a la chica que decia ser su prima y que ahora viviría con ellas en la casa principal del distrito.