Parte única.
Una altiva curiosidad burbujeaba en sus acciones, era notorio, de aquí hasta allá, sus cautelosos movimientos carecían de pudor o coherencia, como si deseara abarcar más de lo que le daban las manos. Desordenado y poco ágil, su mente reducida a instintos tenía el dominio, y a pesar de su torpeza, era evidente que su contraparte gozaba de la misma situación intelectual, abarcandose entre sí con todo a sus alcances.
Empezó como un juego, ninguno de ambos sabía como es que de jugar terminaron así. Y es que sucede a menudo que las cosas toman diferentes rumbos, en especial las que desde el comienzo tienen intenciones escondidas, pero eso solo lo ve quien lo entiende.
Naturalmente, dos personas que poco razonaban lo que estaba ocurriendo, apenas podían manejarlo, o entender cómo se llegó a aquello, y por qué en vez de parar, su juventud curiosa y nublada lejos de generarles rechazo los consumía más.
"Sigue tocando" rogaba su mente, que no se detuviera, que no pensara lo suficiente para que notara lo que sucedía y quisiera alejarse. Y aunque su compañero no estaba ni remotamente cerca de eso, imploraba por lo mismo.
Compartieron caricias hasta que sus manos se sintieron gastadas y sus cuerpos cansados, más no hicieron espacio entre ellos. Disfrutaron de su compañia silenciosa y agitada, recuperando el aliento, uno sobre el otro. Su pecho subía y bajaba ya tranquilamente, sintiendo el olor fuerte de su compañero, aún acariciando su espalda, notando el peso de un cuerpo robusto y el tacto suave de su piel sobre si, mirando hacia nada en particular, recibió un llamado suave en su barbilla con la nariz y un afecto en sus mejillas del otro.
No pasó mucho tiempo más hasta que tuvieron que regresar, con la diferencia de que aunque parecían iguales por fuera, ya no lo eran por dentro. Cuanto pasaría hasta que se desborden, era incierto. La semilla ya había sido plantada y si se lo permitían, crecería un árbol fuerte y robusto. Lo que sí se sabe es que después de aquella vez, hubo una segunda, y después de esa una tercer. La diferencia radicaba en el sentimiento, en la intensidad, en la intención.
"Hablame más" pidió, y conversaron hasta que las horas se hicieran días, y los días años.
"Cuéntame una historia" demandó y todas los cuentos que tuvo a su alcance le otorgó. Por que todo le daría, aunque no lo tuviera, el se lo proveería.
"Que harías por mi" pregunto. En aquel momento recibió palabras, pero el tiempo le dió aquello que le fue prometido.
"No te vayas" imploró, pero esa no era opción. No se fué esa vez, como no lo hizo las siguientes, y como no lo haría nunca.
HOLI, bueno, esta re cortito pero bueno. Se que no tiene nombres ni nada, es un toque diferente, pero bueno, imagínense quien es quien y sean felices Jsjsjsjs.
Perdon si hay errores bye.
