10. Propuestas y advertencias

433 90 43
                                    

Despierta tomando un respiro profundo. Se levanta con los brazos y mira alrededor. Se lleva una mano al cuello y como cada vez que tiene un sueño extraño, cree que no habrá nada. Por el contrario, hay una enorme herida entre su cuello y hombro. Arde como el infierno y por ello queja de dolor apenas la toca y aparta la mano con rapidez.

—Lo siento, no pude aguantar—Jimin se gira y arrastra en la cama, alejarse de dónde Jungkook se encuentra de pie. Erguido y tranquilo—. A cada segundo mi garganta parece un desierto faltó de agua. Espero pueda perdonarme.

—U-usted-

—No soy un vampiro—Apresura a informar—. Tal criatura no existe. No con un aspecto agraciado al menos—Jimin retrocede más en la cama y su espalda colisiona con el cabecero—. No debes de asustarte. No está en mi mente hacerte daño

—Es... es gracioso que lo diga ahora. —dice Jimin con expresión torcida y confundida.

—Sí. Lo comprendo.

Para extrañeza y confusión de Jimin, Jungkook no hace nada en casi una hora. Tan solo está ahí de pie. El hombre no hace más que admirarlo con devoción absoluta. Es inquietante y confuso. No hay sadismo en su mirada, tampoco en lo que se puede percibir de él. Tan solo hay... anhelo, uno puro y casi religioso.

—Fue extraño, la verdad... Tal vez por lo mucho que me gustas, no siento tanta sed ahora, más de nueve horas después.

— ¿Nueve? ¿Estuve tanto tiempo desmayado?

—Sí. La falta de sangre y la sorpresa fueron bastante efectivas. Lo lamento—Se disculpa de nuevo y Jimin aprieta los labios—. Creo que podría durar más de dos días sin sentirme ansioso por líquido bajando por mi cuello.

Jimin contiene el aliento por el par de pasos que Jungkook da.

—Jin menciono que eres un "príncipe" ¿A qué se refiere? —cuestiona Jungkook.

—Desde que tengo uso de razón, me han dicho príncipe. El título no es más que de cariño. Soy un noble nada más. —aclara Jimin. Jungkook exhala.

—No me extraña que te llamen de ese modo. Eres más hermoso que todos los príncipes que haya visto—elogia y Jimin se sonroja—. Park... La familia Park... Siempre segundones. Algo me dice que eso, no ha cambiado.

—No sabría decirle si somos "segundos", mi señor. Tan solo estamos ahí.

Jungkook se ríe. Jimin luce tan genuinamente perdido, que es obvia su inexperiencia política. En busca de explicar la nada y lo inexplicable, Jungkook concluye que la sangre de Jimin sabe tan exquisita por ello: carece de la malicia y pensamiento burocrático que amarga y destruye a los humanos. Poniéndolos en contra unos de los otros.

—Tu familia ha hecho hasta lo imposible por salir delante de todos—Toma asiento en la cama y antes de que Jimin huya a tomar distancia de nuevo, Jungkook lo toma de la pierna. El agarre es tan fuerte, que Jimin cree estar en garras de un demonio. Una fuerza contra la que no puede combatir—. Perdí la cuenta de ocasiones en las que intentaron hacer algo en contra de mi familia...

Levanta un poco la pierna de Jimin y él la flexiona. La caricia de Jungkook le produce escalofríos. Es suave y a diferencia de todas las ocasiones en las que lo han tocado, no hay ese mal presentimiento.

No hay la alarma a huir o el temor a que repentinamente, haya un hombre aprovechado encima suyo. Tan solo tiene a este perfecto noble sintiendo su piel. Comprobando la textura, el vello casi inexistente, la anatomía perfecta

—Jimin, necesito que hagas algo por mi—musita Jungkook—. Si tu misión es asesinarme, si esa es tu razón de haber venido: olvídala. Olvida a tu familia. Olvida esa vieja vida y ten una nueva aquí conmigo... Cualquier anhelo en tu mente, cualquier necesidad de tu alma: yo puedo solventarla. Puedo eliminar cualquier hambre que sufras si decides quedarte

Selfish Prince || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora