Selfish Prince || KookMin

22. Tretas y secretos

Namjoon se detiene, sorprendido de ver a Jimin danzando por el pasillo. Lo sorprende su capacidad de avanzar a pesar de estar bailando totalmente. Agita un buchaechum en su mano, causa que su cabello lacio y suelto tenga mucho más vuelo al que ya tiene con sus soñadoras vueltas y suspiros enamorados.

— ¿Pasó algo bueno mi señor?

—Algo así. —tararea animado.

Durante días, Jimin está en una nebulosa lejana. No es secreto para ninguno que estos días también duerme en la misma habitación que Jungkook. no precisamente por tener encuentros sexuales.

Tan solo está ahí con él.

Cosa que, para Jin, parece ser sumamente divertida.

— ¿Qué tanto estás tramando esta vez? —interroga Yoonji de mal humor. Nunca le ha gustado que Jin esté feliz.

Es sinónimo de que una desgracia se ceñirá sobre ellos o en el peor de los casos, va a haber algo que lo beneficie a él. Jin encoge de hombros con una sonrisa triunfante.

—Me-ofende que seas tan paranoica y mala conmigo—admite con una mano en el pecho y la otra, tras su espalda—. Cuando gracias a mí, tienes toda la música que tanto deseaste.

—No hables como si me hiciste un favor hijo de puta—repone malhumorada y perdiendo de vista el tema de la conversación—. Lo hiciste por tu puta conveniencia. No la nuestra.

—Y porque amé estos senos tan lindos y pequeños tuyos. —Jin se acerca e indiscreto, toma el busto de Yoonji.

Namjoon que apenas entraba en la habitación junto a Taehyung, encuentra la rara escena delante suyo. Primero la confusión, luego la molestia y por último, la determinación a apartarlos, quizá golpear a Jin y ahuyentarlo como mejor le sale. Lo que no estaba, es que Yoonji lo tomara de la cabeza y abriera la boca. Las venas de su cuello están hinchadas y de repente, la cabeza de Jin explota.

Ensuciando todo y a Yoonji en el proceso—. ¿Qué demon...? ¡HEY! —Agarra a Taehyung que dio una risa torpe y nasal antes de desplomarse en un desmayo. Yoonji jadea, inflando y desinflando su pecho.

—Maldito sea el día en que encontraste la puta frecuencia—queja Jin de mal humor, aparecido en otra punta de la habitación—. Como sea, ya sé que te gustan los que fingen ser hombres reales. —Sacude la mano de salida. Yoonji estuvo a punto de ir por él para volverlo a explotar.

Namjoon la detiene:

— ¿Sabrá que nada tiene que ver gustar de hombres con ser uno? Trata de elegir mal ¿Quién confía en un hombre? Apenas sirven para tener sexo de vez en cuando. —burla y Yoonji sonríe cruel, dejando caer la cabeza.

—Le da miedo que lo traten de pasiva al violador de mierda... sería divertido—sisea Yoonji, sonando aguda y filosa como un violín recién afinado y ajustado—. ¿Lo harías por mí? —pregunta, tomando a Namjoon del brazo.

Ensucia su ropa, ensucia su piel y lo hace apestar; Namjoon asiente con la cabeza, dando una suave y cómplice sonrisa. Yoonji se ríe emocionada, casi como una niña. Levanta de puntas y le da un beso en la mejilla.

— ¿¡Y ahora por qué está lleno de sangre y mi novio tirado en el piso? —queja Hosook al entrar a la habitación.

. . .

—Hay algo raro en Jin—comenta Namjoon en voz baja—. Parece buscar provocar problemas al mismo tiempo que hablar tonterías. —menciona a Jimin. Sabe que tienen tiempo límite para hablar.

El noble sube el labio inferior y continua en peinar su largo cabello.

—Me ayudó con Jungkook. Yo creo que-