11. Maravillas internas

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Una pequeña gota de sangre sale de la nariz de Jimin. Él ve al mantel blanco con confusión y hasta desprecio. Su sangre manchando la pulcra superficie. Jungkook lo libera poco a poco y Jimin se aferra a la mesa, gimiendo de dolor por el repentino ataque en su estómago. Cómo si algo retorciera sus intestinos desde el interior.

Cae de rodillas y golpea con la mesa. Namjoon se apresura a ayudarlo, preocupado. Jin, discreto a todos los demás, mantiene los ojos en Jimin. A diferencia de Jungkook, Hosook y Yoonji, sus ojos se vuelven enteramente negros.

—Es suficiente. —anuncia Jungkook, sin parecer que se dirija a nadie en especial—. He dicho que es-

Jimin da otro quejido de dolor, con su carne y huesos ardiendo.

—SUFICIENTE.

El golpe destruye la mesa y Jimin inhala aire. Namjoon lo sujeta y ayuda a sentarse en la silla. Revisa que no tenga nada grave, más allá del sudor, la sangre en la nariz, boca y el enrojecimiento en toda la piel. Taehyung nota a Jin y que una vez parpadea, con sus globos oculares volviendo a la normalidad, el dolor tortuoso desaparece en el noble.

—Que maldito desastre acabas de hacer por un crío mimado que quiere matarte. —repone Jin con desprecio. Enojado por la actitud de Jungkook.

—Cuando necesite tu consejo, lo pediré. Hasta que ese momento llegue: si te digo que te detengas, lo haces. —Jin aprieta la mandíbula.

—Maldito crío. Yo-

—Silencio.

Yoonji rueda los ojos ¿Ahora cómo va a desayunar?

~ * * * ~

Inhala con fuerza. Que sed tan maldita tiene. Si tan solo-

—Eso que paso: ¿Fue culpa de Jin?

Hosook abre su enorme sombrilla amarillo y sale al jardín. Taehyung decidió esperar a preguntarle a solas. Es más sensato y seguro de esa manera. Hosook se detiene delante de él y ladea la cabeza.

—Por supuesto que fue culpa de Jin ¿De quién más podría ser? —cuestiona sonriendo, traga saliva y evita ver la piel de Taehyung. Su cuello, sus manos, sus talones. Taehyung estira los labios.

—No lo sé. De la casa tal vez. Atacamos a su señor.

—Oh, no. La casa está viva, pero no de esa forma. No podría causar nada como eso—asegura Hosook despreocupada—. A final de cuentas, es como nosotros. Uno de los tantos experimentos y malos tratos de Jin.

— ¿Trato?

—Sí. Tratos. Es peor que un demonio. Sus letras pequeñas directamente no existen—burla la pelirroja—. Mas no te angusties. Si te comportas, eso no va a sucederte. Me asegúrate de eso. —promete dándole un beso en la mejilla.

Si se suponía que eso debía hacerlo sentir tranquilo, Hosook falló miserablemente. Taehyung da un resoplido y se cruza de brazos. Hay demasiadas cosas que no entiende en esta casa y que las plantas crezcan debido a un movimiento de mano Hosook, se suma a la lista. Sus ojos abiertos, cejas fruncidas y cabeza hacia atrás hace a Hosook reír a carcajadas.

— ¿Qué sucede? ¿Pensaste que todo aquí era tan normal?

— ¡¿Sí lo haces tú!?

—Por supuesto que sí—La enredadera llena de flores en rosa pálido sigue creciendo hasta enredarse en el brazo delicado y enguantado de Hosook—. Ellas crecen cuanto me guste y vivirán por siempre y así se los exijo. Es un don muy bello ¿No crees? —Hosook ladea la cabeza y Taehyung se acerca.

Selfish Prince || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora