Enlace Por Destino.

6/ Un Combate Y Una Oferta.

Jiang Yanli estaba en shock ella no sabe pelear, nunca aprendió y por eso esperaba deslindarse de tal acto. Pero no sabía cómo.

Líder Wen RouHan. —La voz de Jiang Cheng intervino ante el pánico de su hermana mayor.-

El líder Wen sonrió sutilmente. El joven sí parecía un completo hijo de la Araña violeta, elegante, frío y altivo. Aún así decidió seguir el juego que su hijo menor le había propuesto.

Adelante joven Jiang. —Autorizó la voz del menor intuyendo lo que éste le pediría.-

Le pido un poco de ayuda, verá mi hermana mayor no cuenta con un cultivo adecuado, me gustaría tomar yo su lugar, podría hacerlo con su hijo mayor o con el más joven, lo que desee estará bien para mi. —Se inclinó con respeto.-

No lo acepto, Jiejie quiere jugar, y yo quiero jugar con los más fuertes. Xû-gege y Chao-ge ge siempre tienen los juegos más divertidos. —Wen WeiSheng levantó la voz molesto, y con su habilidad bajó desde el trono, ni él sería tan irreverente ante su padre.-

Todos quedaron sorprendidos cuando el menor, qué evidente es el consentido de Wen RouHan, se inclinó como acto de respeto y procedió a pedir lo que deseaba.

Padre, deje qué mi hermana mayor tenga el combate, ella es diligente, y se sabe que si le gana a una miembro de una familia poderosa podrá llegar a la inmortalidad, yo deseo seguir viendo siempre a mis hermanos y a usted padre. Permita que peleen. —La voz tranquila pero altiva del menor fue escuchada en todo el lugar. -

No había dicho que aceptaba, pero veo la pureza de tus sentimientos hacia tus hermanos. —Sonrió mientras llamaba a su hija ante él.- A-Qing, ¿tienes algún inconveniente con pelear con Jiang Yanli?

—Se inclinó frente a su padre. - No, aunque creo que también el pequeño Príncipe.

El líder sonrió, le daba un poco de risa ver que el pequeño trono tenía bailando a su alrededor a sus hermanos mayores, todos acudían ante su llamado. Decía su padre que el menor había nacido más bendecido de lo habitual. Y confirmaba día con día qué era verdad.

Mi hija tendrá un combate con la hija de Madame Yu. Mientras qué mi hijo más pequeño podrá pelear con quien desee jugar con él. —Declaró el líder Wen mientras recibía una reverencia de sus dos hijos.- Ahora Joven Jiang despeje el lugar. Hijo, siéntate donde desees.

Jiang Yanli tenía miedo, pero aún así se puso en el centro. Wen Qing se quitó la corona, pues pelear con un adorno tan grande sería difícil, por lo que su hermano menor recibió la corona.

Pelea bien, hermana. -El menor de los cinco tronos sonrió a su hermana al recibir una dulce palmadita en su cabeza.-

Ambas se saludaron según las normas y Wen Qing se puso en posición de ataque.

Que decepcionante resulta. —dijo Wen Chao a su padre.- Qing-Jie no está usando ni la tercera parte, es más ni la décima parte de su poder en esos ataques.

Lo sé, pero eso ayudará a la imagen de la secta. —Dijo Wen Xû mientras veía como su hermana menor mantenía todo en orden.-

Sin embargo, un destello violeta llamó la atención de los hermanos varones de  Maiden Wen. Haciendo qué él encuentro parara momentáneamente, pues Wen WeiSheng frenó el ataque con ayuda de su arco y flecha. Esta acción fue alabada por Nie MingJue, pues la postura del menor era impecable y sumamente feroz y certera.

¿Qué hace aquí Madame Yu? —Wen BingWen como heredero y joven príncipe se acercó a la dama de la Secta YunmengJiang. Su postura firme y altiva marcaba la enorme diferencia entre él y la dama Yu.-
Usted no es invitada.

Vine a ver a mis hijos, no puedo creer que mi hija tenga que pelear, cuando todos saben que ella no se cultivó. —Afirmó Madame Yu.-

Bueno, eso no es de mi incumbencia, si la secta Jiang tiene poca diligencia en el entrenamiento de sus hijos o hijas, me tiene sin cuidado, pero mi A-Jie estaba peleando con honor. —Afirmó el joven quien e veo prontamente rodeado de sus hermanos, guardianes y de Jin ZiXuan y su gente.-

Entonces que pelee conmigo. Si pierdo aceptaré el castigo qué usted diga. —Respondió altiva.-

La mirada traviesa del menor salió a relucir, su plan había salido según lo establecido, ahora le tocaba vengarse de cuando ella lo aventó por las escaleras.

Ella no peleará, lo haré yo, usted tiene una deuda pendiente conmigo. —Afirmó mientras el fuego qué había rodeado a Jiang Yanli y su amada A-Jie se redireccionar a él y a la dama de la Secta.-

Me parece buen, pero te ves tan frágil y tierno, me da miedo romperlo. —Intentó burlarse.-

No se preocupe, no soy tan frágil como piensa, por otro lado su hija es una deshonra para su familia y jamás comente nada en su contra. —Respondió certero, riéndose abiertamente.-

Yu ZiYuan cometió un error y ese fue comenzar muy fuerte, pues el menor se dedicó a observar y aprender. El látigo se movía de un lado a otro, mientras el menor se movía con rapidez mientras aprendía de los movimientos de la mayor.

Ese chico, ¿que está haciendo? —Preguntó admirando los finos y elegantes movimientos del joven Wen. Como futuro líder de la secta Nie deseaba tener a alguien así.-

El joven príncipe está aprendiendo mientras provoca la frustración de Madame Yu. —Respondió uno de los altos generales mientras se inclinaba ante el joven heredero Nie.- Maiden Wen y el Emperador lo invitan a comer con ellos y la familia príncipal. ¿Tendrá algún inconveniente en asistir?

Como un mensajero transmitió el mensaje adecuadamente para cumplir los deseos de los que llevan la secta en orden.

Será un placer. —El joven Nie MingJue no entendía, pero cuando vio al joven príncipe lo había impactado, cuando lo cargó no tuvo idea que era el hijo del líder Wen, pero estaba sorprendido.-

Sigame por acá, entraremos hacia la sala del trono, puede traer a su hermano menor si así lo desea. —Explicó el guerrero.-

Entiendo, vamos. —Afirmó el mayor.-

A la par que Nie MingJue y Nie HuaiSang comenzaban a seguir al joven guerrero, la batalla entre Yu ZiYuan y Wen WeiSheng se desenfrenaba, el menos respondía ahora a todo ataque, no había sido herido ni una vez a pesar de la ferocidad y de la experiencia de la mayor. Por otro lado en contraposición, la mayor estaba comenzando agotarse, teniendo varias heridas menores. Nunca había conocido a un oponente tan feroz. Pero aún no había ganador.