🎶babi-colegas🎶
Isabell(Isa).Castro me invito a salir a comer helados.
Ahhhhhhh no saben lo feliz que soy pero tampoco voy a demostrar lo entusiasmada que me siento.
Mi mamá me dio permiso. Castro me dijo que iríamos a un lugar nuevo donde venden helados muy buenos y yo acepte porque me gustaba la idea.
Además de que nunca sales con nadie.
Pero me sentía muy nerviosa estando en un lugar a solas con Castro así que invite a mi hermano a ir conmigo, yo de todos modos iba a pagar mi helado y el de mi hermano así que dudo que allá problemas.
Castro me vino a buscar vestido con una camisa manga larga blanco con diseños negros o al revés no lo sé, unos pantalones azul marino de jean y unos zapatos azules a juego con el pantalón.
Me daban ganas de besarlo.
¿Qué mierdas estoy diciendo?, el es mi amigo no debo permitir que algo así pase, no quiero arruinar la amistad.
Yo iba con un jean azul claro, una camisa mitad blanca y mitad negra, y unos zapatos brillantes.
Era de noche así que nos dirigimos a la plaza bolívar que es allí donde está el nuevo puesto de helados. Y es cierto cuando llegamos era el típico carrito de helados que se ve en las comiquitas.
Muy bonito estaba todo, frente a este lugar había mesas con sillas de madera y había una alfombra de grama artificial con unas luces Led de color azul.
—¿Qué vas a pedir tú?—me pregunta Castro y yo ya se ya que es muy obvio.
—Yo voy a pedir chocolate y ron con pasas—digo muy segura.
—Si ese es el helado que voy a pedir yo mija—me informa Castro y yo lo miro con los ojos entrecerrados.
—Bueno yo no se de todos modos yo voy a pedir ese—exclamó con un poco de gracia. Castro es igual que mi hermano, los dos hacen todo por llevarme la contraria.
—¿Isacc que vas a pedir?—le preguntó a mi hermano menor.
—Helado de limón y ron con pasas—me dice mi hermano.
—Perfecto ya todos sabemos lo que vamos a pedir ahora... ¿Quién pide primero?.
Mi hermano y Castro se miran entre sí pero ninguno dice algo por lo tanto yo bufo y blanqueo los ojos ya que me toca pedir a mi el mio y el de mi hermano, que Castro se pida el suyo no sea tan webon el pues.
—Buenas noches, ¿que desea?—me saluda y me pregunta él chico que atiende.
—Buenas noches dos helados por favor, uno de chocolate y ron con pasas y otro de limón y ron con pasas tambien—digo muy segura antes de que cambie de opinión y pida otro helado.
El chico se me queda mirando un rato más de lo normal, se nota que es muy joven, quizas dos años mayor que yo, pero ignoro su mirada.
—¿Arequipe o leche condensada?—me pregunta nuevamente.
—Los dos con arequipe—pido.
—¿Chispas de chocolate o de colores?—me vuelve a preguntar el chico.
Esta ves observo a mi hermano como preguntándole cual de las dos quiere en si helado y me dice que la primera así que todo good.
—Chispas de chocolate—informó un poco más tranquila porque ya está terminando el helado.
—Un helado de chocolate con ron con pasas que tenga leche condensada y chispas de colores por favor—pide Castro con una gran sonrisa plasmada en su rostro.
¿Y a este qué le pasa?.
Ni menor idea pero que se hace pues.
Algo que me llama mucho la atención de Castro es la forma en la que habla, siempre habla como si estuviera relajado y que la gente a su alrededor nunca perturba su paz. Es algo que admiro mucho.
Incluso su sonrisa es llamativa, las veces quelo veo sonreír Dios mío me dan ganas de sonreír también.
Pagamos los helados y nos vamos a sentar en la plaza mientras conversamos.
—¿Por qué estás pasas saben feo?—preguntó más para mí misma que para mi.
—Si eres mala boca vale—dice Castro observándome fijamente.
—Pero es que si saben feo como hago yo pues—digo un poco desesperada porque el no me comprende.
—Esta chama—dice riendo.
—Pero si las pasas si saben feas—informa mi hermano sacando cada pasa del helado.
—Por fin me apoyas en algo—agradezco a mi hermano y veo a Castro fijamente ahora.
—Esta gente que es mala boca vale—dice blanqueado los ojos y sonriendo al mismo tiempo.
—Me amas así —digo yo sin querer y me freno yo misma al decir eso.
El me sonríe y se me queda mirando más de lo normal pero no dice nada.
No decimos nada y cuando terminamos los helados tenemos las manos llena de dulce así que decidimos ir a comprar un agua para lavarnos las manos.
Después de eso tenemos que irnos pero antes pasamos por el puesto donde venden perros calientes así que compramos tres combos.
Y nos dirigimos a mi casa, Castro me deja en mi casa y se sienta un rato.
—¿Te gusto el día de hoy?—me pregunta un poco inseguro.
Cuanto no diera yo para comerme todas sus inseguridades y después a él.
¿Ajá no habías dicho que es mejor reprimir los sentimientos?.
Es cierto, no debo permitirme sentir algo más allá de una amistad por Castro.
Pero es que siento una extraña atracción hacia el que por más de que me quiera alejar termino por acercarme aún más.
—Me encanto.
Digo con sinceridad y le sonrió, antes de irse le doy un fuerte abrazo y estoy tentada a darle un beso en la mejilla pero me resisto.
¿Algún día podré tener algo con Castro?.

ESTÁS LEYENDO
Primeras Notas[#1 Voces rotas].
Teen FictionDos chicos de clases distintas y de pensamientos distintos se conocen en un pasillo de la secundaria en plena tarde. Esa misma tarde hablan de cosas tan triviales que olvidaron que no se conocían. Después de esa tarde la querida Isabell se le habia...