10. Malfoy no es lo que aparenta

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Madison leía una y otra vez el contenido de aquella carta, moviendo el pie con fuerza mientras sentía como el enojo comenzaba a hacerse presente en todo su ser.

Pero el enojo no era lo único que estaba dominando a la Ravenclaw, sino los fragmentos de recuerdos que llegaban a su mente como flechas e incluso escuchando la voz de su padre a la lejanía.

- Solo los mediocres fallan Madison, eres una Sinclair y un Sinclair nunca falla -

Aquellas palabras hacían eco en la mente de la joven, quien recordaba aquel momento con mucho temor por lo que había sucedido después, sin embargo, se obligó a sacudir su cabeza para reprimir ese recuerdo.

Había pasado varios minutos en silencio mientras continuaba leyendo el mismo texto una y otra vez, comenzando a mover su pie con mucha frecuencia y preocupando a sus dos compañeras por su aparente silencio. Astoria miro por encima de la hoja para ver el sobre y ver el nombre de Hagrid, haciéndose la idea de lo que probablemente había sucedido.

- ¿Qué suce... -

Pero las palabras de Astoria fueron cortadas cuando la voz de alguien cerca de la mesa de Slytherin se alzaba con fuerza, claramente en un acto de querer llamar la atención.

- Vean esto, mi padre me ha dicho que ese pollo finalmente va a pagar lo que me hizo -

Maddie se asomo por encima del hombro de Astoria para darse cuenta que se trataba de Draco Malfoy, quien parecía mirar en dirección a la mesa de Gryffindor mientras hablaba.

- Salazar, cómo pueden dejar que esa bestia siga viva - continuo diciendo el rubio disfrutando el momento - Es una suerte que vayan a sacrificarlo -

- Espera ¿Qué? - Charlotte giro en dirección a Maddie, viendo como es que parecía matar a Malfoy con la mirada - ¿Sacrificarlo? -

Pero Maddie no dijo nada, pues dejo con brusquedad la hoja sobre la mesa y se puso de pie tan rápido que apenas lograron seguirle el paso en la mirada, solo viendo como es que se alejaba cada vez más del gran comedor. Extrañadas, Charlotte y Astoria miraron en dirección a la mesa de Gryffindor teniendo en mente lo que probablemente había pasado, solo para darse cuenta que el trio de oro ya estaba viendo también hacia la salida del gran comedor.

La curiosidad reinaba en las dos chicas quienes apenas tuvieron la oportunidad, se inclinaron a leer el contenido de aquella nota que había dejado Madison.

Querida Señorita Sinclair:


Hemos perdido. Me permitirán traerlo a Hogwarts, pero van a fijar
la fecha del sacrificio.

A Buckbeak le ha gustado Londres.

Nunca olvidaré toda la ayuda que nos han proporcionado.

Hagrid

(...)

Su mirada estaba perdida en algún punto del lago negro, el sol golpeaba directamente en su rostro mientras el atardecer comenzaba a hacerse presente. Los minutos parecían pasar lentamente para Maddie, cuando en realidad había pasado una hora entera sentada a orillas de aquel lago. De vez en cuando el calamar gigante se asomaba solo para ver a la chica sin inmutarse a su presencia, al principio parecía ofendido pero luego de su cuarta visita a la superficie, se dio cuenta que la joven no parecía estar presente en el lugar.

La mente de Madison trabajaba a toda velocidad, cuestionandose cuál había sido su error como para haber fallado en ayudar a Buckbeak, ¿Cuál había sido su error? Lo cálculo todo perfectamente, reviso un sin fin de libros para estar segura que no se le escapaba ningún hueco en su argumento, tenían el respaldo de las palabras de la madre de Charlotte, sin embargo, nada había servido, ahora Buckbeak estaba condenado y ella había fallado, le había fallado a Hagrid y le había fallado al hipogrifo.

𝑴𝒆𝒕𝒂𝒏𝒐𝒊𝒂  ~ 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora