Aunque me equivoque, aunque diga cosas que nadie quiera escuchar, necesito hablar. Pero, esto no es suficiente si no hay alguien que escuche; expresarme carece de sentido. Simplemente, deseo un oidor atento y comprensivo, que respete mis sentimientos, aunque no los comparta. Cuando alguien dedica tiempo para escucharme en realidad me está diciendo: "Te amo!, eres importante para mí".
Si me cierran la puerta y me dicen que no hay tiempo, que en otra ocasión será, en realidad me están diciendo: "No eres lo primero para mí, hay asuntos más urgentes ¡Por favor, no molestes!, ve con tu vida para otro lado".
Si ese es el caso, entonces no quiero vivir; no al menos en esta situación. Sin alguien que escuche, prefiero no estar y buscar el silencio...
- ¿Qué piensas de estas ideas?
- ¿Cuándo sabes que realmente eres escuchado?
- ¿Eres tú un buen oidor? ¿Podrías explicarte?
Para reflexionar:
"La situación que más daño representa para el hijo que reflexionar está presente en el hogar es cuando el padre se muestra indiferente con su hijo o hija" (Maurice Wagner).

ESTÁS LEYENDO
Espejo Para Un Adolescente
Novela JuvenilMientras leas este libro, pensaras: ¡Esto es exactamente a mí me pasa! Si te reconoces en alguna de estas páginas, también puedes tener la seguridad de otros lectores mayores comenzarán a comprender mejor el mundo del adolescente, lo aceptaran y lo...