𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐎𝐑𝐀𝐗| ❝El mundo gira y nosotros giramos junto a él, quienes no lo hagan seran dejados atras y pisoteados por los demas, pero hay algunos que corren, empujan, golpean; adelantándose al resto. Jako, Jako es cargado al igual que una prince...
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--Veo que llegaste temprano hoy-- Ya habían pasado dos semanas desde su primer encuentro, aunque fuera raro, Jako iba todos los días a la casa de aquel hombre, después de su trabajo de medio tiempo como lechero, recorría todo el camino en su vieja bici hasta la "casa".
--Termine antes las entregas, estaba emocionado por esto--
Rio divertido, aquel chiquillo* era realmente enérgico, se la pasaba hablando y riendo por todo
(chiquillo: niño/niñato/puverto)
--Bien, tomaré mis cosas y nos vamos-- Aunque su madre le dijera que no debía hablar con extraños, era inevitable, el tipo era lindo y chistosito.
--¿Estás seguro que sabes como hacer esto?-- Ambos estaban sentados en una gran roca a orillas del río, esperaban -casi- pacientemente.
--Claro, mi padre me enseñó a hacerlo cuando tenía 6 años, soy un experto-- Dijo con orgullo, mientras el adolescente suspiraba.
--¿Cuántos años tienes, 30?-- Con falsa inocencia se dirigió a Onceler --¿Cuántos tienes tu, 10?-- Devolvió la burla, haciendo que su contrario chistara.
--Tengo 20, los cumplí el día que llegue aquí-- Miraba el río intentando encontrar algún pez, quizás emigraron o algo así.
--Bueno, yo tengo 15, pero cumplire 16, que son los nuevos 17, aproximados los 18 y casi 19-- Sonrió de lado mientras jugaba con sus cejas.
--Idiota-- Golpeó levemente la frente del menor, él cual murmuró maldiciones, para después ver de nuevo el lago.
--¿Por qué los peces se demoran tanto? ¿Sabrán que los intentamos pescar?-- Pregunto impaciente.
--Na, no son tan inteligentes-- En ese momento un pez salió del agua.
--Mira, salió por su cuenta-- Rio y cuando estaba por atraparlo, el escurridizo pez le tiro agua al más alto, saco la lengua en burla y se fue.
--!¿Que?! ¡¿Y eso por qué?!-- Grito hacia el pacifico lago. Jako comenzó a reír, el hombre arrugó la nariz lo que hizo que no pudiera evitar reír más --Quizás te escucho, al parecer no son tan tontos--
Rodó los ojos --Concéntrate, debemos atrapar algo o esto no tendrá sentido, seremos solo dos idiotas que están sentados--
Se puso recto y endureció su cara, se veía como un niño pequeño cuando un truco no le sale.
--No es tan malo estar aquí, la brisa es refrescante, además, ¡las almendras están deliciosas!-- Dijo con entusiasmo mientras tomaba un puñado de estas.
--Esto es patetico-- Suspiro con frustración --¡Solo hay que tener paciencia!-- Palmeo su hombro con empatia.
--Espero que esa cosa peluda no aparezca, siempre anda molestando-- Su cara antipática no cedía, lo que abrumo al rubio.
