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Para alegría de George, Dream cumplió su promesa y comenzó a llegar más temprano a casa del trabajo.

Había hablado con su jefe para que le descontara una hora diaria de trabajo, que no importaba si le restaba dinero del sueldo. Sin embargo, el hombre aceptó acortarle la jornada laboral sin bajarle el salario debido a que Dream era un buen empleado y se lo merecía.

Todo estaba felizmente en orden en la vida del híbrido, excepto una cosa, y es que el fin de semana había llegado y le daba miedo conocer a los amigos de Dream.

Él estaba bien solo con Dream y no necesitaba estar con otras personas para sentirse más feliz.

─Te hará bien conocer nuevas personas ─le dijo Dream como si estuviera leyendo sus pensamientos.

Ambos se estaban preparando para ir al parque. El único que faltaba por vestirse era George, quien estaba sentado en el borde de la cama mirando a la nada.

─Aún tengo miedo ─admitió agachando las orejas.

─No te voy a dejar en ningún momento, y si aún quieres irte después de verlos, nos iremos. ¿Está bien?

─Está bien.

─Ahora vamos a vestirte.

Dream buscó ropa en su armario, toda era suya y la mayoría la compartía con George. Tendrían que salir a comprarle ropa, pensó.

Escogió un pantalón poco holgado, un gorro blanco y un suéter rojo con rayas. Cuando estuvo listo, George se extrañó al notar que faltaba algo.

─¿Y los lentes de contacto?

─Hoy no es necesario que los lleves.

─¿Por qué?

─Es una sorpresa.

─¿Y cuál es la sorpresa?

─Si te la digo, pierde la emoción ─pellizcó la mejilla del híbrido y sonrió, mientras que George lo miraba con disgusto.

Salieron del departamento y caminaron unos cuantos minutos hasta llegar al parque, en donde Dream pudo comprobar que llegaron antes que sus amigos. Se sentaron a esperarlos en una banca bajo un roble.

Las piernas de George temblaban por el miedo y la idea de salir corriendo lo estaba carcomiendo por dentro, pero se calmó cuando la mano de Dream se posó sobre su muslo, sujetando fuerte y suavemente al mismo tiempo. Le gustaba esa sensación, era tranquilizante.

A lo lejos vieron un par de siluetas caminando hacia ellos, una era más pequeña que la otra. Dream se puso de pie e incitó a George a hacer lo mismo, quien se escondió como pudo detrás del humano.

─Hey, Dream, ¿cómo estás? ─saludó el más alto, chocando el puño con él.

─Todo bien, Sap. Es un gusto verte ─sonrió, entonces miró al chico más bajo, en cuya cabeza había un gorro cubriendo la mayoría de sus cabellos castaños─. Es un gusto verte a ti también, Karl.

─Lo mismo digo... ─se quedó callado cuando su nariz captó un olor inusual, por el cual empezó a olfatear cerca de Dream─ ¿Qué es ese olor?

─Oh, es de alguien que quiero presentarles.

Dream notó que George no estaba a su lado, entonces lo vio asomarse tímidamente desde atrás de él. Tenía las orejas más gachas que de costumbre y en sus ojos se podía ver que estaba asustado.

─George, no seas tímido. Saluda ─dijo Dream, moviéndose a un lado para dejar a George al descubierto.

─H-Hola... ─balbuceó.

YOU CAN STAY ( DNF )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora