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Es imposible odiar a todas las rosas, solo porque una te pincho.

El principito.

***
29/09/23
8:45am.

Departamento de investigación privada.

Se leyó enseguida entré al edificio. Había  por lo menos diez pisos y por dentro todo estaba vigilado.

Custodiado.

Personas iban y venían, pero no fue a mirar a lo que vine, así que me dirigí a recepción.

—Buenas tardes, tengo una cita con el sr Hayro López— le dije a la recepcionista.

Ella me observo durante unos segundos y después bajo la vista a una carpeta que tenía en su escritorio.

—Si, López la espera en el piso 8.

Asentí y me despedí de ella.

Esto tenía que hacerlo rápido, aunque igualmente era alguien que ni existía, para el mundo yo me había extinguido.

Yo había muerto junto a mi padre y, eso no era del todo falso a decir verdad.

Presione en el ascensor el piso 8 y en menos de tres minutos ya estaba tocando la puerta de la oficina de Hayro.

Se escuchó un adelante del otro lado y si perder más tiempo entré.

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12:00pm

—Se llaman Nic, Niclas y Nichollas— eso era algo que ya sabía—. Viven en Londres hace tres años y están buscando a alguien que sea capaz de cumplir con las operaciones que ellos hacen, como sobornar, secuestrar e investigar hasta encontrar al Lobo.

Vaya, interesante.

Había escuchado del lobo, pero no sabía que ellos lo buscaban, mi objetivo era otro. Mi objetivo era Jason Corbus, pero antes de llegar a él, debía acabar con los Kebleb.

Nic.
Niclas.
Nichollas.

—¿Puedes conseguirme ese trabajo?— le pregunté a Hayro.

—Señorita, sabe que es muy peligroso y que va tener que vivir con tres hombres—se rascó la barba—,los más peligrosos de Londres para ser exacto.

Suspiré.

—No le he preguntado si es peligroso o no, así que limítese a conseguirme ese trabajo y hágame llegar la dirección.

Me levante y salí de ahí.

Ahora tenía que empacar todo, no volvería hasta haber acabado con Jason, los Kebleb solo eran un punto de colapso, algo fuera del plano, algo que no debió estar ahí.

Me subí a un taxi y me dirigí hasta el mismo lugar de siempre.

El cementerio.

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6:32pm

—Señorita, ya le hice llegar los documentos y la dirección, por favor tenga mucho cuidado, también un nuevo teléfono y un arma. Por favor cuídese.

—Gracias por todo Hayro, ya nos volveremos a ver— corté la línea y tire el teléfono.

Ya no lo necesitaría.

Reina del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora