Llamamos consejo a cualquier cosa hasta que me di cuanta que hasta quien te quiere te puede mentir.
~Beret~
***
En la laptop habíamos encontrado la dirección del próximo encuentro, después de revisarla toda. Duramos casi una hora.
Bueno no duramos porque en realidad todo lo hicieron los hermanos Kebleb, mientras Nicholle y yo nos arreglábamos las uñas.
La cosa es que dentro de dos días teníamos que ir a un baile de beneficencia porque ahí estaría el lobo.
Sabía que no íbamos a atraparlo ese día, teníamos que ser más inteligentes y enfocarnos en descubrir sus puntos débiles, investigarlo y luego cuando no tenga salida. Capturarlo.
Sonaba sencillo pero no por eso iba a serlo.
—Nichollas tienes que usar traje para el baile— le habló Niclas desde una esquina del sofá.
Nichollas lo volteó a ver con el ceño fruncido.
Joder, ¿es que este chico no podía cambiar la cara una vez en su vida?
—No pienso usar esas cosas incómodas...
⚡️
Nichollas estaba usando "esa cosa incómoda" y se veía... Bien
¿Bien? ¿Solo bien?
Si, solo bien.
Habíamos venido a comprar la ropa que usaríamos en el baile así que habíamos venido primero a una tienda en donde vendían todo tipo de trajes de hombres y hace media hora que Nichollas se quejaba por ponerse un traje que le quedaba demasiado bien.
Demasiado.
—No puedo ni respirar, ¿Porque no puedo solo ponerme mi sudadera y ya?— preguntó exasperado.
¿Sudadera? Pero eso sería condenar esta perfecta vista.
Muy bien me calmo.
Desvíe la mirada hacia Niclas que me había preguntado algo.
—¿Si?— pregunté
—¿Si...?— me respondió de la misma manera.
¿A que le había contestado yo si?
—Ves Nichollas, incluso la suicida dice que te ves guapo.
¿Que, pero si yo no había dicho nada?
Pero de todas formas eso pareció convencerlo porque dejó de quejarse.
Media hora más tarde después de que los chicos tuvieran sus trajes yo me encontraba midiéndome un vestido de noche.
El vestido no era la gran cosa, a demás de que era verde
Odiaba el verde.
Pero cuando termine de colocarlo y observé mi reflejo en el espejo, supe que ya no tenía caso probarme otro porque de todas maneras todo lo que me pusiese iba a quedarme bien.
Siempre me quedaba bien todo.
Y este vestido a pesar de ser sencillo, me quedaba perfecto así que me lo quite y salí del probador.
—¿Por qué no lo llevas puesto?— me preguntó Niclas.
—Porque ya me lo quite— alce una ceja
—Ya, pero queríamos ver cómo te quedaba.
—Pues espérate hasta el evento— le saque la lengua y me dirigí a pagarlo.
Niclas comenzó a refunfuñar pero salió de la tienda mientras que Nic y Nichollas se quedaron a esperarme hasta que me dieron el vestido.
Ambos estaban bastante entretenidos hablando sobre un auto que deberían tener, pero que aún no podían comprarse porque tenían que gastar el dinero de Niclas.
Llegamos al estacionamiento y una vez todos estuvimos dentro del auto Niclas arrancó.
⚡️
Como ya no tenía nada que hacer después de que llegamos al apartamento acepte ir con Nichollas a entrenar.
Supuse que sería una buena idea, pero estábamos hablando de Nichollas así que se podía esperar cualquier cosa viniendo de él.
—Muy bien princesa, ya que quisiste venir a entrenar, primero hay que organizar toda la repisa— señaló el lugar que se encontraba en una esquina lleno de guantes, vendas, gasas y otras cosas que no pude reconocer.
—Tu a mi no me ordenas princeso— le saque la lengua pero igual me dirigí hasta la repisa.
—Lo que digas— lo escuche murmurar mientras se acercaba.
Nichollas comenzó a recoger todos los guantes y ponerlos a un lado mientras yo agarraba una venda y me la colocaba distraídamente en la mano.
—Así no se hace— señaló mis manos mientras las agarraba entre las suyas— si lo haces así vas a lastimarte.
Acaricio con las yemas de sus dedos mis nudillos lastimados por haberlo golpeado hace días
—¿Te duele?— preguntó terminando de colocar la venda
Negué y levanté la cabeza para mirarlo
—No, Niclas me dió una crema para que se me curarán más rápido y ya no duele, pero estoy segura de que si vuelvo a golpearte se vuelvo a golpearte se vuelven a abrir.
Asintió y segundos después soltó mis manos para terminar de arreglar los guantes.
—¿Crees que atrapemos al lobo en el evento?— Preguntó cuando ya casi terminavamos de arreglar la repisa.
—No creo que sea tan idiota para no tener la suficiente seguridad consigo, además pienso que primero deberíamos de encontrar sus puntos débiles de esa forma sería más fácil atraparlo.
—Tienes razón— comenzó a dirigirse al ring.
Lo observé durante unos segundos.
—¡Vaya! Esto no se ve todos los días
Me acerque hasta estar lo suficientemente cerca para tocarle la frente
—El princeso me está dando la razón ¿Tienes fiebre?
El frunció el ceño como siempre lo hacia y segundos después se alejo nuevamente.
—Lo que digas princesa— me dijo mientas me lanzaba los guantes y creí imaginar que había sonreído.
O quizá no lo había imaginado porque segundos después volvió a hacerlo.
$$$
Qué tal?
Bye bestias 💋
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.