•T R E S •

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El amor es algo tan complicado que juega con tu mente, se divierte contigo y luego te desecha.

~Nebu~

***

No había dormido en toda la noche y básicamente no habían tenido que levantarme con agua helada porque como dije:

¡No logre dormir en toda la maldita noche!

Me paré como pude de la cama y me puse la ropa de ejercicio que básicamente consistía en un top y un short corto.

Todas eran iguales y en Londres hacía demasiado frío que estaba segura de que me congelaría porque los idiotas de los Kebleb habían montado el "centro de entrenamiento" en la jodida azotea del edificio.

Si, de seguro agarraba un resfriado por su culpa.

—¡Suicida, es hora de levantarse!— gritó lo que reconocí era la voz de Niclas.

Jodido Niclas.

—¡Retadora de Kebleb menor, es hora de levantarse!— le siguió Nic.

Jodido Nic.

—¡Levántate de una jodida vez o es que acaso se venció el miedo, princesita!— esta vez me gritó Nichollas.

Jodido princeso, era mi Karma de eso estaba segura.

¿Joder tanto mal había hecho yo en mi vida?

Si, la verdad es has sido bastante mala últimamente, deja que le diga a santa que no te traiga tu regalo.

¿Qué...?

Abrí la puerta y ahí estaban los tres listos para tirarme un balde de agua.

—Ni se atrevan, ya me levanté

Me ignoraron y entonces Nichollas levantó el balde de agua y me la tiro encima.

—Hijo de puta— le espeté temblando— estoy en el jodido Londres y me acabas de tirar agua helada, me voy a morir de hipotermia.

Ellos  volvieron a ignorarme así que sin mucho que hacer entre otra vez a la habitación para cambiarme, no sin antes fulminar con la mirada a Nichollas.

Él era el peor de todos y encabezaba mi lista negra.

Por el maldito lucifer que la había creado solo para él.

Me cambie lo más rápido que pude y aproveché para ponerme una chamarra gigante arriba.

Cuando salí ya no estaban así que me tocó subir todas las escaleras hasta llegar a la azotea.

—Que sepan que los odio a los tres— ellos no tenía ni idea del trasfondo de mis palabras.

—Si, si suicida lo que tú digas— le restó importancia el castaño— pero es hora de comenzar con el entrenamiento Kebleb.

¿Por qué intuía que todo lo que llevara su apellido era malo? Incluido el entrenamiento que debía ser toda una pesadilla

⚡️

Creo que mi intuición fue real, porque estaba literalmente muerta.

El entrenamiento fue peor que malo aunque no me afectó demasiado debido a mis entrenamientos en el campamento militar.

Y el entrenamiento emocional fue extraño, es decir, primero no sabía que existía un entrenamiento de ese tipo, pero lo había.

Consistía básicamente en jugar con tu mente, con tus miedos, te hacían el ser más inútil e innecesario de todo el jodido mundo, pero tampoco me fue tan mal porque tenía una mente bastante fuerte según lo que me había dicho Nic.

Reina del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora