Dia a Día De La familia Johnson Fisher

☆dia 2☆

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Después de que Jonathan cumpliera cinco años, Larry y Sall decidieron que era hora de darle un hermanito o una hermanita. Sall volvió a quedar embarazado, y esta vez fue una niña. La llamaron Lisa, , al igual que la madre de Larry que  había fallecido  un año después de que Jonathan naciera
y era igual de bonita que su hermano. Tenía el pelo azul como Sall y los ojos marrones como Larry. Era muy activa y curiosa, y le encantaba jugar con Jonathan y su peluche rosa.
Larry y Sall estaban muy felices con sus dos hijos, pero también tenían algunos problemas. El trabajo de Larry como músico no era muy estable, y a veces no ganaba lo suficiente para mantener a su familia. Sall trabajaba como diseñador gráfico, pero tenía que soportar el acoso de algunos clientes que se burlaban de su prótesis facial. Además, tenían que lidiar con el rechazo y la discriminación de algunas personas que no aceptaban su forma de ser y de amar.
A pesar de todo, Larry y Sall no se rendían ni se dejaban vencer por las dificultades. Se apoyaban el uno al otro, y se esforzaban por darles lo mejor a sus hijos. Les enseñaban valores como el respeto, la tolerancia y la solidaridad, y les mostraban que lo más importante era ser feliz con uno mismo y con los demás. También les inculcaban el amor por la música, el arte y la lectura, y les hacían ver que había un mundo maravilloso por descubrir.
Así pasaron los años, y Jonathan y Lisa crecieron sanos y felices. Jonathan heredó lo de su madre con respecto a lo de música, y Lisa lo de su padre

Un día, Larry y Sall decidieron llevar a sus hijos al parque, para disfrutar del buen tiempo y pasar un rato divertido. Empacaron una canasta con comida y bebida, y salieron de su apartamento. Jonathan y Lisa estaban muy emocionados, y corrían por la calle cogidos de la mano.

¡Vamos al parque, vamos al parque! - cantaban los niños.

¡Sí, vamos al parque! - les seguía el juego Larry.

¡Pero no corráis tanto, que os vais a caer! - les advertía Sall.

Llegaron al parque, y buscaron un lugar donde poner la manta y la canasta. Había mucha gente, pero encontraron un sitio bajo un árbol. Dejaron sus cosas allí, y se dispusieron a explorar el parque.

¿Qué queréis hacer primero? - les preguntó Larry a los niños.

¡Yo quiero ir al columpio! - dijo Lisa.

¡Yo quiero ir al tobogán! - dijo Jonathan.

Bueno, pues cada uno a lo suyo - dijo Larry - Pero no os alejéis mucho, y cuidado con los extraños.

Está bien, papá - dijeron los niños, y salieron corriendo hacia el área de juegos.

Larry y Sall se quedaron solos en la manta, y se miraron con amor.

¿Te acuerdas cuando éramos nosotros los que jugábamos en el parque? - le dijo Larry a Sall.

Claro que me acuerdo - le dijo Sall - Fue aquí donde nos dimos nuestro primer beso.

Sí, fue muy romántico - dijo Larry - Y también muy nervioso. No sabía si te iba a gustar o no.

Pues me gustó mucho - dijo Sall - Y me sigue gustando. Eres el mejor besador del mundo.

Y tú el más guapo - dijo Larry - Aunque no lleves tu prótesis. Me encanta tu cara tal como es.

Gracias, amor - dijo Sall - Tú también eres muy guapo. Y muy alto. Me siento protegido cuando me abrazas.

Se dieron un beso tierno, y se acurrucaron en la manta.

Te quiero mucho, Sally fisher - le dijo Larry.

Yo también te quiero mucho, Larry Johnson - le dijo Sall.

Se quedaron así un rato, disfrutando de su compañía y del sol. De vez en cuando miraban a sus hijos, que se lo pasaban en grande en el parque. Se sentían muy felices de tener esa familia tan especial.

Esta es otra historia de Larry, Sall, Jonathan y Lisa, una familia feliz que se quiere tal como es.
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Historia inspirada y creada gracias a bing, el chatbot de Microsoft, yo le dije la pareja y ella me dio ideas y hice la historia