Han | ONE PIECE. Roronoa Zoro

INTERNO

Estaba siendo un problema. Uno grande...
No lograba acostumbrarse a usar zapatos y aprovecho que era de noche para dar una caminata nocturna y no molestar a nadie además de Nami qué al parecer no tenía percepción del tiempo, ya que estaba despierta viendo las estrellas.

—¿Tu tampoco puedes dormir?—le pregunto Nami y Han sonríe a pesar de que no la estaba viendo.

—Dormir no es mi actividad favorita—responde para sentarse a su lado.

Estas comparten el silencio y la quietud de la noche un segundo antes de que Han volviera a hablar.

—Ahora sé que no soy la única con compromisos extra—dice volteando a ver a Nami qué ni siquiera se inmutó, solo suspiro y siguió viendo las estrellas.

—A veces me gustaría ser tu. Convertirme en pájaro y volar lejos...—dice Nami negando con la cabeza. —Pero no pudo hacerlo ahora. Tal vez, después...

—Me encantaría que mi vida fuera como dices. Pero soy un ave enjaulada—dice moviendo un poco su grillete del pie para que hiciera ruido. —¿Sabes realmente quien quiero ser?

—Sorprendeme...

—Luffy—dice Han sonriendo. —Es tan obtimista, energético... Me encantaría al menos ser la mitad de él—dice y Nami suelta una risa pequeña.

—Si comienzas a usar un sombrero de paja te aventare al mar con un barril atado a tus piernas—aunque era una amenaza Han se ríe sin ser escandaloza para que los otros no escucharán.

—Era lo que más esperaba usar—dice abrazándose a si misma para ver las estrellas con Nami.

—¿Como esta tu pie?—pregunta Nami.

—Sanara—responde sonriendo. —Fueron amables en obsequiarme los zapatos cuando ellos tienen muy poco...

—¿De qué hablas?—pregunto Nami volteando a verla. Han al sentir su mirada también lo hace, estaba confundido, en realidad ambas lo estaban.

—Los zapatos...

—Zoro los pidió—responde Nami haciendo que Han perdiera el habla.

—¿Porqué?—preguntó atónita acomodándose en su asiento, pero Nami solo le respondió encogiendo sus hombros. Ni siquiera ella lo sabia.

—Ve a dormir, yo me quedaré un poco aquí—le dice y Han niega. —Un buen navegante nunca se queda dormido...

—¿Ya estas aceptado qué eres la navegante?—le preguntó Han bromeando, ante esa pregunta Nami le da un golpe suave en el hombro pidiendo que se fuera.

Han obedeció, se puso de pie y fue adentro. Luffy estaba dormido en la boca abierta y completamente desparramado en la banca mientras que Zoro seguía exactamente igual a como se acomodo. Recto y sus brazos detrás de su cabeza. Había otra banca en un extremo, pero no acostumbraba a dormir como persona. Tomo una pequeña cajita y la piso en una esquina, se quito su yukata y la dobló para que se hiciera una cama. Al transformarse en ave fue la cama ideal.

Durmió bien después de mucho tiempo, sentía que podría relajarse al menos unas horas. Pero antes de conciliar el sueño, sus ojos se abrieron solo para ver el cilindro de metal donde estaba el mapa qué tenía que robar si quería evitar la represalia del capitán Gruia.

Tsu le dijo que le daría tiempo para ganarse la confianza de la tripulación por completo, y que cuando se descuidaran se llevara el mapa. Pero estaban siendo muy amables con ella... Luffy parecía creer todo lo que decía, Nami al parecer la entendía y Zoro ya no era el mismo gruñón qué buscaba su cabeza.