Sueños y Alas

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-Y eme aquí de nuevo mirando el atardecer en el mundo humano sabiendas que Aaron me espera en casa y este se enfadara y me mirara de nuevo con esos ojos de: otra ves no estás haciendo las cosas como deberías... Deberías seguir las reglas y volver a casa antes del anochecer .......

Para los angeles de tan bajo rango como yo, tenemos prohibido quedarnos más aya del anochecer en el mundo humano, puesto a qué la luz de la luna nos debilita lo suficiente para no poder volar.

Ser un ángel de la esperanza, es un rango tan común que la mayoría ni nos pone atención así que siempre somos menospreciados, cada angel dependiendo de su utilidad tiene las alas de un color característico.

Ya que son tan comunes los angeles de la esperanza con sus alas de un color gris oscuro, nadie excepto Aaron había notado que mis alas no eran completamente gris sino que tenían una pizca de negro en ellas.

-levante los brazos y esboce un bostezo fuerte... - creo que debería irme ya antes de que la lie aún más, así que oblige amis adormiladas alas a extenderse para tomar impulso y volar devuelta a ese lugar al que llamaba casa.

Nuestra casa se encontraba en una ladera de las altas montañas del norte, eran 3 enormes montañas la cual estaban coronadas con 3 estrellas en la punta de la montaña del centro.
cuando a una pareja de angeles se les asignaba algún humano estos tenías permiso de dejar el cielo y establecerse en algún lugar alejado para realizar su labor de aprendizaje en incógnita de los humanos.

Nuestra cabaña en la montaña estaba rodeada de un jardín de lilas silvestres, cuando descendí planeando asta el pórtico no di ni un paso cuando la puerta se abrió de golpe

- que Carajo estás haciendo a está hora Rhyse, cuántas veces te lo tengo que decir debes de llegar antes del anochecer, nadie debe verte
-Aun hay un par de rayos de luz así que no me grites de esa manera!
-No te estoy GRITANDO!
- Si, lo haces! Siempre estar gritándome! Y mirándome de esa manera como si no fuera capaz de pensar por mi misma
-rhyse ... Esbozo un suspiro profundo.. yo lo lamento ok, no quería gritarte, ahora para ya de discutir y pasa ala casa
-Siempre estás dándome órdenes.. controla ya tu carácter, no porque seas un ángel de la guerra signifique que vas a estarme GRITANDO todo el rato!!
-Que no te estoy GRITANDO carajo!
Entonces Aaron m sujeto de la cintura y me atrajo hacia él y reclamo mis labios con los suyos, no fue un beso de amor fue más de como de cállate tuve un largo día y quiero descansar y no pensar en eso.
Así que abrí mis labios para Aaron y profundice el beso (al llegar al mundo humano la primer derivación de emocion que experimentamos fue el deseo) así que pase mis brazos en torno a su cintura y coloque mis palmas en ese gran trasero que poseía
Aaron era un angel que en términos humanos sería alto de un metro ochenta con hombros anchos y cintura mediana con un trozo y cuerpo musculoso, su rostro era bastante atractivo con la cara algo afilada y barba que no dejaba crecer más de uno o dos centímetros, naríz recta, pelo color castaño casi dorado con pequeñas ondulaciones, pero lo que más me fascinaba de el eran sus ojos profundos y seductores color azul oscuro con motas de morado reluciente en ellos.

Yo no era la angel más atractiva de todas media veinte centímetros menos que Aaron, con busto prominente y caderas anchas, te la una complexión media regordeta en ciertas áreas pero llena de músculo en algunas otras, mi rostro era ovalado con mejillas rosadas y labios medianamente carnosos, con una nariz pequeña, ojos almendrados de color dorado con una cabellera ondulada que me llegaba casi asta mi cintura color rojizo.

Apreté el trasero de Aarón tan fuerte que dio un respingo y este me susurro en los labios - si vuelves a pellizcarme en trasero yo te hare lo mismo a ti- así que volví a apretar mis labios con los suyos y lo bese intensamente, y como era de esperarse le volví a pellizcar ese redondo trasero, porque claramente el no va a a ordenarme que hacer.

Aaron se separó de mis labios y me dijo - Jamás puedes cumplir una orden verdad? Y antes de que pudiera responder a eso deslizó su mano izquierda a mi pecho y lo apretó con fuerza, mientras que así vez este deslizaba la cabeza hacia mi cuellos y lo mordisqueaba .
- A..A..Aaron.. duele...
El contesto sin alejar su boca demasiado de mi cuello- Debiste pensar en eso cuando me pellizcaste, pero si lo pides de una manera educada puedo sustituir mi mano apretada en tu pecho por mi boca se que eso te gustaría mas.

Apreté los dientes ante la sensación que sentía entre mis piernas esa humedad que me pedía a gritos sentir su boca en mi pecho y en todas partes de mi cuerpo y odiaba sentir ese deseo cuando me sentía enojada con el pero sobre todo odiaba que mi mente pensara que sería delicioso que me tomara entre ese campo de lilas.

Así que di un respingo cuando la otra mano de Aarón me apretó el trasero y su boca volvió a reclamar mi cuello mientras el se apretaba aún más en mi sin soltar mi pecho y podía sentir su firmeza ya lista

Así que sucumbí a esa sensación primigenia del deseo - hazlo tocame pero en entre en campo de lilas
- sabes lo que pasó la última ves que te tome afuera. Aún podía ver esa mancha unos metros más atrás de la casa donde una mancha de flores marchitas y negras se extendía
-lo se...solté el agarre que tenía alrededor del cuerpo de Aarón y lo empuje un poco hacia atrás está ves el se alejo un paso y me miró con ojos de soslayo - estás bien? Me preguntó con un tono claramente preocupado, ya que no era habitual que yo parará a Aaron cuando la pasión nos encontraba solía montarlo toda la noche o si este está exhausto me prestaba su mano para yo utilizarla como mi juguete personal.
-Yo.. n..no estoy bien..
-Dime que tienes?
-Yo quiero estar sola.. así que me di media vuelta y me marche dirigiendo al campo de lilas. Aaron no hizo ademán de seguirme y se introdujo ala casa donde supuse que terminaría con su erección con su propia mano para irse a dormir.

Así que continúe caminado hasta el centro del campo, durante un instante no paso nada pero medio palpitar después las flores comenzaron a marchitarse bajo mis pies mientras las lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas.

Viaje de almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora