Capitulo 3

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Este capítulo contiene contenido sumamente sensible, se pide discreción.

Mi trabajo como ángel de Darys era simple aconsejarle cuál era la mejor inversión y sobre todo incitar a hacer alguna de la cual el dudaba debido al riesgo.
Paso otra semana entera y Darys no se me despegaba ni un segundo, lo sentía asfixiantemente encantador ya que se le comparaba con Aarón este era demasiado frío y distante la mayor parte del tiempo.

Darys era lo que los humanos consideraban un principe, amoroso, detallista, siempre con una sonrisa en los labios y un gesto amable.

Aaron ... Era la primera ves en semanas que pensaba en el, será acaso que ya haya vuelto a casa ?, aunque las noticias nos llegaban de que la ciudad de Pompay aún se encontraba sitiada por el ejército del comandante Naktes, aunque los rumores decían que no tardarían más de un par de días en poder tomar la ciudad y programarla a favor del rey Orit.

Aunque sabía que Aarón era casi inmortal en el mundo humano aún así no podía quitarme esa sensación de preocupación cuando llegaban noticas de el y su ejército, aunque pronto yo tendría que dejar a Darys y está burbuja de bueno lo que sea que teníamos, en cuanto Aarón tomara la ciudad nos estableceremos como regentes de Pompay. Mientras el Rey Orit asignaba a otro humano al cargo, el rey era el humano de Aarón.
- hoy estás muy pensativa mi amor... Dime qué pasa por esa hermosa mente tuya.
-Mmm.. No mucho.. en unos días tendré que irme.. solo es eso
-Irte? Pero si somos una pareja no puedes irte así como así.
Lo mire de una forma dura y sagas -acaso tu vas a impedir que haga mi voluntad? Acaso te crees con el derecho de decirme que o no hacer?
-Puede que aún no seamos esposos pero se acostumbra que el hombre le diga que o no hacer ala mujer y aunque me creo de un pensamiento más liberal, no voy a permitir que mi mujer se marche así como así, ni siquiera me has dicho a dónde pretendes ir?
Me levanté de golpe del sofá en el que me encontraba y lo fulmine con la mirada -No es algo que te incumba.
-Claro que me incumbe, tu eres mía!!
-Tuya? Por todos los dioses yo no le pertenezco a nadie y si así fuere no sería a ti!
Comencé a alejarme a grandes zancadas hacia la puerta, Aarón tenía razón no todos los humanos son puros. Darys hizo un gesto de alcanzarme pero fui más ágil y esquive su agarre.
- adónde crees que vas!! Gritaba Darys con la cara roja de furia, al parecer ese hombre dulce, bueno y considerado que siempre me pareció era una fachada.
-Me largo de aquí doy por concluido mi trabajo contigo. Me gire hacia la puerta y por un segundo creí que eso sería todo, me dolía ver qué el humano al que le tuve afecto no era como pensaba, el igual a Aarón creía que le pertenecía.
Me sumi un instante en aquel pensamiento que no note cuando Darys se abalanzó sobre mi, caí de cara directo al piso y mi cabeza retumbó tan fuerte que me mareo, mientras trataba de mantener mi cabeza quieta, mantener un pensamiento en su sitio. Darys que se encontraba sobre mi espalda comenzó a incorporarse sujetandome del cuello y manteniéndome presionada contra el piso, el dolor de cabeza era tan intenso y la presión en la parte trasera de mi cuello era tanta que no note en qué instante Darys se desabrochó el pantalón, estaba metiendo su mano por el fondo de mi vestido, deslizándose asta mi centro, intenté forcejear pero la cabeza me dolía tanto que cuando intenté quitarlo de encima todo se volvió oscuro en mis ojos, estaba apunto de desmayarme.
-Entiende algo, tu eres de mi propiedad, no voy a dejar que te desaparezcas por un tiempo y me hagas perder dinero, así que te vas a quedar aquí y aras lo que yo diga o te mataré, así que comencemos por qué abras más esas piernas porque voy a cogerte.
Mi cuerpo se estremeció al escuchar eso último, intenté nuevamente quitarlo de encima, pero está ves no solo se me oscureció la vista si no también mi nariz comenzó a sangrar yal sentir eso mi cuerpo se aflojó.
-Bien... Así me gusta... Darys abrió mis piernas con las suyas de golpe y me sujeto de la cadera con ambas manos, mientras deslizaba el vestido por arriba de mi cintura.
Me quedé pasmada un instante antes de ser consiente que ya no tenía el peso de sus manos sobre mi cuello, pero ya era demasiado tarde, con un moviendo ágil Darys me penetró, sentí ese sabor amargo recorrer cada centímetro de mi piel esas ganas de vomitar, con cada embestida que el daba incrementaba más las ganas de matarlo.
Mientras jadeaba con cada envestida -Ves como tenías que obedecer, todo pudo ser diferente tu me obligaste a esto, pero te acostumbras, te gustará ...

Al oír esas últimas palabras perdí el control y cuando en vestio esa última ves mi cuerpo se calentó y entonces lo deje salir. La habitación se cubrió de oscuridad en menos de un parpadeo.
-que carajo... es.. Ahhhhh!!!!
Darys comenzó a chillar como el cerdo que era, se hecho hacia atrás e intento refugiarse en un rincón de la habitación, mientras me incorporaba, con la cara manchada de mi propia sangre, me dirigí hacia el.
-Sabes todo pudo ser diferente, solo tenías que dejarme ir..
-que carajo eres Bruja!!
-ohh no soy una bruja soy algo mucho peor.. soy la muerte
Darys grito por última ves mientras a subes crecían líneas grises por su piel que lo quemaban por dentro, lo único que quedó de el fue esa marca negra en el piso, igual que las flores marchitas del campo de lilas.

Cuando salí de la casa con olor a flores muertas ya era de noche la luna estaba en su punto más alto, no sabía cuánto tiempo había pasado desde el instante en el que caí al piso y el instante después cuando desaparecía la existencia de Darys, pero no podía quedarme ahí ya no era seguro y sobre todo ya no me sentía segura de nada, lo que el me había obligado a hacer había roto algo dentro de mi que no sabía que existía, así que extendí las alas y emprendí el vuelo directo a Pompay.

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