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La tensión que sentía en sus músculos, en sus cuerdas vocales, en sus manos, sus pies e incluso su lengua desapareció regularmente de su cuerpo.

Ese día tenía la presentación a primera hora de la mañana y estaba mas listo que nunca. Sunny le hizo repasar todos los detalles y de forma muy coqueta remendó todos los detalles que Jeon había pasado por alto.

No fue complicado ponerse de pié delante de un montón de accionistas y explicar con confianza, con fuerza y de una forma fluida. No fue difícil. Tampoco fue complicado responder sus preguntas e ir leyendo su lenguaje corporal que decía de todas maneras que ya los tenía comiendo de su mano.

Los accionistas aplaudieron su presentación.

—Los datos son sólidos y sus hipótesis bien fundamentadas.

—Tiene el despliegue de un líder y cumple con lo que buscamos en una empresa, bases sólidas y proyecciones estables.

—Estaremos felices de colaborar con usted, CEO Jeon. —Decían los hombres. Jeon sonrió, viéndose con confianza pero humilde. —Confiamos en que pueda crear su propio imperio con todo lo que estamos ofreciéndole.

—Estoy muy agradecido por su confianza y no voy a defraudarles. —Dijo Jeon en su inglés fluido. —Prometo cumplir con todas sus espectativas.

—Eso es, chico.

Uno a uno los hombres fueron retirándose de la sala. Jeon Jungkook comenzó a ordenar sus papeles y a terminar sus presentaciones en su Pc. Habían datos que los accionistas habían reparado que eran muy importante agregar a su plan de desarrollo.

De pronto, el único accionista que estaba en la sala se acercó a él. Kim Taehyung.

—Los dejaste encantados. —Dijo, Jeon rió tecleando con habilidad.

—Sí, es una de mis habilidades naturales.

—Te veo mucho mas relajado que hace días.

—Creo que es porque todo ha salido bien. —Confesó, cerró su laptop y comenzó a ordenar sus cosas en su maletín. —Venir a américa me hizo despejar la mente.

—¿A si?. —1Dijo Taehyung. Jeon le miró. Usaba un traje gris encima de su enorme y musculoso cuerpo y se sintió un poco cohibido. La pose relajada con los brazos cruzados de Kim Taehyung no ayudaba mucho. —¿Qué cosas por ejemplo, CEO Jeon?

Jeon sonrió, negando. —Yo solo... cosas de la juventud, nada importante.

—¿Si?. ¿Podría contarme qué cosas?.

Jeon lo miró. La sonrisa segura y la confianza que Kim Taehyung expelía como feromonas era algo tranquilizados. Y de pronto tuvo la necesidad de creer en él.

Y le contó, importándole una mierda lo que eso pudiera provocar.

—Hace tiempo perdí a alguien muy importante para mí, por pura idiotez, por no estar conectado con mis emociones y entender lo que yo sentía. —Dijo, cerró el maletín listo para irse, pero de alguna forma no consiguió moverse. —Esa persona también estaba enamorada de mí y yo no lo entendí hasta que la perdí. Hace poco comprendí que yo también llevé una vida entera amándolo y... bueno, estoy feliz con el final que el destino quiso darnos yo no-

Una boca sobre la suya lo interrumpió. Una mano le amarró la garganta impidiéndole hablar. Una mano grande, delgada y fuerte.

Intentó apartarlo, pero esos labios sobre los suyos hicieron que saltaran chispas en su cuerpo. Rodó sus ojos y de alguna manera sintió que se dejaba llevar.

Porque era Kim Taehyung, el niño pequeño que necesitó de él toda la vida.

Jeon gimió cuando Taehyung movió sus labios sobre los suyos. Pegándolos, despegándolos, buscando y anhelando mas. Jeon lo sostuvo del traje aferrándose a él. Porque sentía que se ahogaba y Tae era su oxígeno.

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