❝Y el heredero de Camelot regresará, para sacarnos de la oscuridad y reunificar a Albión❞
𝐋𝐚𝐧𝐬 𝐁𝐫𝐢𝐭𝐥𝐞𝐫𝐭𝐨𝐧, se crió junto a sus tíos en un Londres actual y moderno pero todo su mundo podría cambiar, cuando se entere que es el príncipe d...
Era tan hermosa, tan perfecta. El diamantemás valioso, una piedra preciosa protegida por cinco dragones.
La última Dragón Lady.
【Chapter Three】 FIREASTEN
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Se asentaron en algún punto del bosque, cuando el atardecer llegó a su punto más bajo. Sin embargo, aún quedaban varios días de viaje y el príncipe no quería parar. -¿Que están haciendo? Aún falta demasiado.
-Lans, caminamos todo el día -Elyan se sentó en el suelo, exhausto.
-La noche es peligrosa para deambular, señor. -explicó León- No tenemos la suficiente luz. Lo mejor es descansar y continuar mañana.
-Así llegaremos en 20 años. -se resignó el muchacho.- Y ¿entonces que hacemos?
-Buscar leña, encenderemos una fogata para no pasar frío y ahuyentar a las bestias. -Gwaine se levantó de su lugar para llevar a cabo la acción.
-...Dijo d-dijo ¿bestias?-murmuró Elyan y miró a Lans.
-Eres un bebé, seguramente son pequeños zorrillos. -dijo con despreocupación.
-Ya entendimos. -Elyan se levantó exaltado- Busquemos leña, mucha leña, hagamos una fogata gigante. Podríamos hacer varias fogatas...-comenzó con su típico vómito verbal, como siempre que estaba nervioso.
-¡Elyan!-Lans lo tomó de los hombros, para calmarlo.- ¡Está siendo sarcástico, idiota!
León iba a refutar aquello pero Gwaine le hizo seña de que se callara, pues el príncipe sabia que era cierto pero le decía aquello a su primo para que no entrara aún más en pánico.
Los muchachos recogieron toda la leña que pudieron y armaron una fogata bastante grande, a petición del pobre Elyan, quien ya estaba entrando en pánico de nuevo al oír algunos aullidos a lo lejos.
Los caballeros de Camelot, acostumbrados a aquella vida de dormir en cualquier rincón del bosque e interminables aventuras, no tardaron en caer rendidos ante el sueño.
-¿En que piensas?-preguntó Elyan, al ver a Lans mirando fijamente el fuego que iba consumiendose de a poco.
-...En Merlín -admitió- La última vez que nos vimos fuí un idiota con él, fui un desagradecido porque no tenía idea la magnitud de su misión. -desvió la mirada de la llamarada- Elyan, él me salvó la vida y yo no le dí nada a cambio, más que problemas.
