Pregúntale al lobo tonto.

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La vida de Enid Sinclair en Nevermore era bastante simple.

Asistía a todas sus clases, tomaba apuntes, tenía unas notas excelentes, participaba en cientos de actividades extracurriculares y cuando no, estaba con sus amigos en el patio cuadrangular platicando, parando oreja para sacar nuevos chismes para su blog.

Era una adolescente cualquiera, lo suficientemente lista, amable, social, con amigos y posiblemente cerca de lo que creía podría ser la relación que todo adolescente querría tener.

Hasta que llegó Wednesday Addams.

Y la vida tranquila de Enid se fue al caño.

Se volvió en constantes persecuciones, envuelta entre secuestros, visitas a casas abandonadas, homicidios por resolver y monstruos asesinos por atacar

"—Oh el efecto Addams."

Algo así había escuchado decir alguna vez de Weems antes de que lamentablemente falleciera.

"Esa familia tiene algo en particular...Son conocidos por ser los más raros entre los raros, te hacen algo que te abre los ojos ante una realidad completamente diferente"

Y así había pasado.

No solo su dormitorio ya no era de colores, toda su vida empezó a llenarse de matices grises, empezó a ver la maldad en todos eso rincones que nunca pensó; descubrió que no todos esos normies eran buenos ni todos los marginados eran lo que aparentaban.

Se dio cuenta que había tanto que no había descubierto de su propia escuela, y luego llegó esta chica.

Que literalmente la había incendiado y sacado casi todos los misterios que se escondían por las coladeras.

Era...espeluznantemente increíble.

Podía admitir abiertamente que admiraba su perseverancia y su valentía a la hora de tomar decisiones, de defender y cuidar a los suyos.

Veía en las acciones de ella que debía dejar de romantizar el mínimo esfuerzo por y para todo.

Es decir, la chica había tirado pirañas en una piscina escolar con tal de vengar a su hermano de los bullies.

Desenterrando un cadáver para probar la inocencia de su padre.

Sin mencionar cuando arriesgó su vida ante un peregrino zombie para salvar una escuela entera.

Todas esas cosas que la hacían ver como una chica ruda, fría, pero sabía que muy en el fondo escondía una buena persona. (y puede que también escondiera unas navajas debajo de su almohada, no pregunten como sabía).

No solo le importaba salir con una sed de venganza, le importaba sus seres queridos aun cuando ella lo negara.

La había visto partir varios días en el hospital esperando que Eugene despertara. Cargaba varios libros en su mochila para leerle algo al niño, incluso alcanzó a ver cómo escondía algunos títulos como "El rey león". No tuvo el coraje para decirle que por más pequeño que lo viera, seguramente Eugene ya era lo suficiente grande para saber de literatura más avanzada...

Conociendo a Wednesday seguro contaría la historia aplaudiendo la audacia e inteligencia de Scar para no dejar rastros en la escena de crimen y relataría trauma por trauma como había dejado el suceso a Simba.

Muy a su manera, pero el hecho de imaginarla haciendo algo que no le gusta solo por darle compañía a su amigo, le hacía sonreír.

Si ella podía hacer algo así...

El futuro de la suerte || WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora