Capítulo 1.

479 22 2
                                    


Oscar se encontraba junto a Erizo disfrutando de un día de verano en aquel campamento mágico, específicamente en la piscina que hay en el patio trasero de su cabaña.

Ambos chicos se divertían mientras que Oscar presumía sus "grandes habilidades" de nado a su amiga.

 —Sí, esto lo vi una vez en la televisión. Mira y aprende del maestro.— Oscar intentó replicar uno de los trucos que vio una vez en el canal de deportes, pero falló y se golpeó la cabeza en el fondo de la piscina.

 Oscar salió a la superficie y comenzó a sobarse la cabeza, mientras observaba a su amiga como intentaba aguantarse la risa, cosa en que la chica falló y comenzó a reírse a carcajadas. 

El chico por un momento se sintió ofendido pero rápidamente vio lo gracioso de la escena y comenzó a reír junto a su amiga.

Erizo aun riendo se acerco a Oscar para ver si no se había accidentado de manera grave.

 —Bueno, parece que no te abriste la cabeza, así que estás bien.— Erizo comentó mientras aun revisaba la cabeza de su amigo.

Oscar aun reía por lo ocurrido pero de la nada se quedo callado, cosa que le pareció extraña a Erizo pero sus dudas fueron cortadas rápidamente por un "Hola, bebés". Era Susie la cual estaba en la orilla de la piscina.

 —¡Oh! Hola, Susie. ¿Hoy habrá practica verdad?— Preguntó Erizo mientras se acercaba al borde de la piscina.

 —Sí, solo que venia a decirte que fueras a mi cabaña tres horas más tarde de lo acostumbrado. Tengo unos asuntos pendientes con los Aliens.— Susie explicaba mientras dirigía su mirada a su alumna. 

 —De acuerdo, Susie— Erizo se giró mirando a su amigo. —¡¿Oíste eso Oscar?! Al final si podré ver esa película contigo antes de que la devuelvas.— Comentó con gran alegría.

Pero la cara de Oscar no reflejaba emoción por la noticia, de hecho evitaba mirar en su dirección y parecía nervioso. 

 —Como sea, te veo más de rato.— Susie dijo indiferente para después desaparecer en una nube de humo y confeti.

Erizo se despidió de la bruja usando un gesto de su mano y volvió a dirigir su mirada hacia su amigo.

 —Oscar, ¿Te encuentras bien?— Erizo preguntó un tanto preocupada debido al comportamiento del elefante.

 —¡Eh! Oh, sí... Mejor vayamos a mi cabaña a ver la película lo antes posible, que se suponía que debía entregarla el día de ayer.— Oscar reía de su propio comentario, como si nada hubiera pasado, cosa que extraño a Erizo pero no le dio tantas vueltas.

Oscar y Erizo salieron de la piscina, se secaron y después entraron en la cabaña del elefante para disfrutar de la película. Pasaron unas horas y ambos chicos se encontraban saliendo de la biblioteca.

 —Bueno, a mí no me gusto el final. Se sintió muy apresurado.— Erizo mencionó mientras salía de la biblioteca junto a Oscar.

 —Igual, siento que querían sacar la película lo antes posible.— Oscar dijo mientras comía una barra de proteína. —¿Segura que no quieres un poco?—

 —No, gracias. Estoy bien... Oye, ¿qué sucedió hace rato en la piscina?— Preguntó Erizo mientras caminaba junto a su amigo. —Te quedaste congelado cuando Susie llegó.—

Oscar al escuchar la cuestión de su mejor amiga casi se ahogaba con la barra de proteínas que tragó sin masticar, debido a lo repentino que fue.

El elefante tosía debido que aún se encontraban restos de comida en su garganta.

Nuevos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora