Hoy esperé por 50 minutos un autobus bajo la lluvia.
Y mientras esperaba, en mis audífonos se reproducía de forma aleotoría la música que me gustaba mezclada de vez en cuando con alguna canción que me habías dedicado cuando me querías y se había quedado atascada en mi playlist.
Mis lágrimas se confundían con las gotas de lluvia que me empapaban la cara.
A estas alturas, ya no podía definir por qué lloraba.
Tus disculpas siguen retrasadas. El momento indicado paso hace muchos momentos.
Ya no te pienso tanto. Te has convertido en un recuerdo efímero que salta a la luz cuando suena alguna canción que nos encontró en la brevedad de nuestra historia.
Un recuerdo efímero, pero bonito.
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Los días sin ti
Historia CortaEscribirte es tonto y más porque nunca lo vas a leer, pero me ayuda a mantener mi mente en silencio o al menos, intentarlo. Tenía papel, tinta y un corazón roto. Suficiente para decirte lo que nunca vas a saber.