MUCHOS DÍAS SIN TI

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Ya no cuento los días sin ti, no recuerdo cuando dejé de contarlos, no sé cuántos han pasado, pero sé que son muchísimos.

Fue un poco tonto de mí parte volver a confiar en ti teniendo en cuenta nuestro expediente.

Es como esa frase cliché "A veces uno sabe que se va estrellar y acelera."

Pues, de nuevo, yo aceleré, con los ojos cerrados y sin miedo a la muerte. Aún siendo consciente de que casi no sobrevivo a tu primer asalto.

Traté de mentirme tantas veces, de convencerme a mí misma de que te había superado, de que ya no sentía nada por ti. Que no sentía nada más allá de ese profundo afecto que se va sentir siempre por el primer amor.

Y tú queridísimo Andy, fuiste el mío.

Me encantó volver a verte. Me encantó volver a escuchar tu voz. Me encantó volver a estar cerquita de ti, sentir tu aroma, ese que tanto me embriagaba. Me encantó volver a reír juntos.

Fue además de inesperada, una grata despedida.

La parte soñadora de mi corazón creía que esto sería el inicio de algo nuevo, al menos una amistad.

Que ilusa ¿no?

Pensar que volveríamos a hablar y que quizás todo podría ser como antes, al menos un poco parecido.

Dios...

Sigues teniendo tanto poder sobre mí.

Creérte fue tan fácil, otra vez.

Y está vez fue solo mí culpa, por pensar que podías cambiar, que el tiempo te había hecho mejor.

Es mi culpa por amarte como lo hago. Tan profundo pero a la vez ya tan distante.

Creo que te voy a querer para siempre. Infinito.

Pero lo haré en silencio. Solo para mí  en todas estas cartas dirigidas a ti, mi pequeño pedacito de luz.

Eres el amor más bonito y doloroso que he tenido.

Además del primero y hasta el momento, el único.

Nunca te dije adiós, nunca tuve la oportunidad. Y el último "te amo" me lo tragué a la fuerza.

Quiero pensar que esta va ser la última vez que recurra a este diario de recuerdos, pero no estoy muy segura de que sea así. Porque siempre hay algo, una fuerza invisible, que me trae devuelta a ti nuevamente.

Gracias, por todo, hasta por el dolor. Gracias por enseñarme lo que es el amor, pero hoy tengo que despedirme de ti.

Pondré todos y cada uno de mis esfuerzos en olvidarte, aunque parezca imposible y sienta que te voy amar para siempre, te voy a olvidar.

Mereces ser feliz. Muy feliz.

Pero yo también lo merezco.

Sé que no somos la felicidad del otro. Ya no.

Quiero que tengas presente para siempre lo mucho que te quise, lo mucho que te amé y lo feliz que fui estando a tu lado.

Quiero que sepas que para mí todo fue real, fue mágico y hermoso.

Gracias, cariño... Gracias por amarme al menos un día.

Pero, como escuché en una canción, el amor es un juego sin reglas, unas se ganan y otras se pierden. Esta vez me tocó perder a mí.

Pero tratándose de ti, no me importa haber perdido.

Acuérdate de mí, primer amor, así como yo no puedo olvidarte, ni siquiera intentándolo.

Te quiero, como se quiere un buen recuerdo. Y te voy a querer por siempre, porque las personas como tú, nunca se olvidan.

Fuimos todo y no fuimos nada.

A veces extraño todo de ti, incluso lo que no llegamos a ser.

No hay peor desgracia que extrañar lo que nunca pasó.

Quisiera decirte miles de cosas que se me pasan por la cabeza, por montones y tan rápido, que se desaparecen y no logro atraparlas.

Te escapaste de mí como agua fluyendo entre mis dedos y nunca te pude recuperar, aunque para ser sinceros, nunca lo intenté.

Nos ganó el orgullo, eso supongo. El orgullo y el absurdo pensamiendo de "está mejor sin mí".

Me quedo con lo mejor, las cosas buenas, como todas las veces en la que me hiciste reír, porque esas veces fueron en las que más sentí que me amabas.

Jamás olvidaré tus últimas caricias y lo único que ahora me tortura y lo hará por siempre, fue hacerme la dura y no devolverte ese abrazo que no sabía que sería el último.

Siempre supiste como sorprenderme y eran esas las cosas que más amaba de ti.

Siento no haberte dado todo lo que querías, siento no haber sido suficiente.

Lo siento tanto por todo y siento que nuestra historia llena de imperfecciones llegara a su final.

Lo siento por no haber pasado juntos ese último obstáculo y te perdono, amor. Te perdono por romperme el corazón, por fallarme.

Te perdono por no haberme amado como yo te amaba a ti.

Gracias por enseñarme a ser fuerte, por enseñarme a amar, a reír. Aunque ahora me duela todo y solo quiera llorar.

Gracias por existir, fuiste mi pedacito de cielo en la Tierra.

Te amo infinto. Para siempre.

Adiós,

Mar. 

Los días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora