La hermana de Ban (Melody x Nanatsu no Taizai)

Un perseguidor imponente

-¡¿Dónde está?!- Grité desesperada. Miré a nuestro alrededor y no veía más que cristales.

Mi hermano se paró al lado de mí y empezó a recorrer el paisaje con la mirada, ansioso.

-¿De verdad creéis que podéis escapar de mí?- King se puso delante de nosotros.

-¿Otra vez tú, falso King?- Preguntó Ban irritado.

-¡Es King de verdad, Ban!- Mi hermano era todo un caso. Vale, King había cambiado, pero reconocería sus habilidades en cualquier momento.

-¡Qué no es él!- Me giró la cara para que mirara a King- ¿Estás ciega o qué?

Le aparté las manos de un manotazo y le miré mal.

-Melody tiene razón. Soy King de verdad.- King nos miró fijamente.

-Mira, mi hermanita y yo estamos ocupados así que... Fuera, largo- Le hizo gestos como si fuera un perrito para que se fuera. Me di un golpe en la frente.

-No me iré.- Nos miró con burla y luego fijó su mirada únicamente en mí.- Además, hay algo que quiero discutir contigo.

-¿Ah, sí?- Sabía perfectamente que se refería al collar, pero perdía el tiempo. No iba a dárselo de ninguna manera. Agarré mi collar y se lo enseñé con burla.- Ven a por él si te atreves.

En un movimiento rápido, mi hermano me cogió de la cintura y salió corriendo.

-Sabes que no servirá de nada, ¿verdad?- Le miré fijamente mientras me llevaba.- Los dos sabemos que King es más rápido que nosotros.

-Tsk, déjame.- Dijo despreocupado.

Como predije, King nos alcanzó enseguida.

-No habéis cambiado nada desde aquellos tiempos, ¿eh?- Dijo decepcionado.- Con tal de saciar vuestra codicia, no os preocupa nada hacer daño a otros.

Perdí la paciencia y le intenté pegar una serie de puñetazos, pero los esquivaba todos con agilidad. Mi hermano también lo intentó al mismo tiempo que yo y fallamos. Aunque, la verdad es que nos estábamos conteniendo mucho.

-Si de verdad eres King, puedo vencerte con una sola mano.- La almohada de King bloqueó el último ataque de mi hermano.

-Antes me hacías eso continuamente.- Se elevó delante de nosotros.

-¿Y ahora te presentas aquí para ajustar cuentas con todos nosotros o más bien con nosotros dos sólo?- Dijo Ban con una sonrisa burlona.

-Sentirme así después de reunirme con vosotros es lo último que quería. Sobretodo contigo, Melody.- Por un segundo me miró con unos ojos muy tristes y me sentí fatal.- Hace diez años, cuando nos echaron de la capital acusándonos de tramar un complot, yo no tenía adónde ir, así que volví a mi hogar.- Bajé la cabeza, no quería escuchar nada más.- Pero cuando llegué me encontré con la desoladora visión de mi tierra reseca y quemada hasta ser irreconocible.

Su almohada se transformó en un oso gigante que intentó cogernos. Conseguimos esquivarla, Ban me lanzó hacia King y me agarré a él. Le sujeté fuerte para que no se me escapara y que mi hermano pudiera pegarle.

-¡Suéltame!- Se removió entre mis brazos y su peluche me lanzó lejos de un puñetazo.

Me di en la cabeza contra uno de los cristales y, por un segundo, lo vi todo negro.

-¡Melody!- Oí a mi hermano gritar mi nombre. Abrí los ojos y notaba la sangre bajar por mi cabeza.

No podía pensar bien y la cabeza me daba vueltas. Sentí que me levantaban y miré hacia arriba. King sonreía complacido mientras su peluche nos sujetaba a Ban y a mí.