・🎃Especial de Halloween🎃・

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¿Has sentido alguna vez esas cosas punzantes en la nuca?

Son ellos...

Aquella vampiresa empezó a despertarse al sentir la luz de la luna en sus ojos. Se frotó la cara y se sentó en su ataúd. Ella vivía en una gran mansión abandonada de la mano de dios. Era muy apropiada puesto que uno de sus grandes antepasados la preparó especialmente para esa pareja de hermanos. Drácula, el rey de los vampiros. Al ser ellos descendientes suyos, tenían todas las comodidades del mundo.

Se levantó de su ataúd y le dio una patada al que estaba al lado, empujándolo para poder avanzar hacia el gran espejo de cuerpo entero que tenía en su habitación. Se escuchó un quejido que provenía de el otro ataúd, pero a la muchacha no le importó en absoluto ya que no podía dejar de admirar su reflejo.

Sin ropa, tal y como dios la trajo al mundo. Unos labios rojizos y carnosos por los que sobresalían unos afilados colmillos. Pelo largo hasta la cintura, lacio y castaño. Pestañas negras y largas. Una piel tan suave y blanca. Grandes atributos, un pecho y culo de gran tamaño y una ancha cintura. Por no hablar de sus grandes ojos rojos.

Era bella y perfecta y era muy consciente de ello.

Levantó los brazos enfrente del espejo estirándose cuando notó unos grandes y fornidos brazos rodeando su cintura. Giró su cara y vio a su querido hermano descansando su cara en su cuello, oliéndola. Sonrió y se quedó mirándolo al espejo mientras él la abrazaba.

Él, al contrario que ella, llevaba unos pantalones holgados, pero no llevaba nada que le tapara el torso y gracias a eso se podía ver su gran trabajado cuerpo. Ojos rojos y grandes como los de ella. Melena corta, puntiaguda y plateada. Cuerpo musculoso. Piel pálida. Unos labios rosados por los que asomaban unos colmillos. Y por último, una gran cicatriz en el cuello.

Acarició su mata de pelo plateada, juguetona.

-Hace tanto tiempo que no me sentía así... Tan relajada y tranquila.- Dijo melosa.- ¿No te pasa lo mismo, Ban?

Él soltó una risita y se quedó mirando su reflejo.

-Esta noche haremos las maldades que queramos.- Dijo también juguetón.

-Ay, Ban.- Echó la cabeza para atrás, apoyándola en el hombro de su hermano.- Estoy sedienta.

Le sonrió cómplice y le dio un beso en la frente a su hermana.

-Pronto tendrás lo que quieras.- Afianzó su agarre en su cintura y Melody sólo se dejó querer.

Instantes después, se soltó del agarre de su hermano y fue hacia el viejo armario que había en la pared. Allí encontró lo que quería y empezó a ponerse su vestido negro de cuello alto. Clásico de los vampiros. Le pasó un traje a su hermano y ambos se vistieron.

Después bajaron abajo, donde había dos cúpulas de cristal con dos coronas doradas con piedras rojas. El símbolo de la realeza vampiresa. Rompieron las cúpulas y se las colocaron, sintiendo un gran poder.

Sonrieron satisfechos y se acercaron al balcón de su habitación. Saltaron convirtiéndose en murciélagos y empezaron a surcar los cielos juntos.
Tenían planeado montar una gran fiesta en la que harían todo tipo de gamberradas y para ello tenían que reunirse con sus amigos monstruos.

En el camino se encontraron bastantes tipos de monstruos por el bosque: zombies, otros vampiros de bajo rango, Frankenstein, brujas, fantasmas... Pero no eran los monstruos que querían con ellos esa noche.

Después de unos minutos llegaron a una cueva oscura y terrorífica, les encantaba. Adquirieron forma humana y Ban entró mientras que Melody se quedaba fuera apoyada en la pared y veía como su hermano se perdía en las oscuridad.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2023 ⏰

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La hermana de Ban (Melody x Nanatsu no Taizai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora