Polonia I

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Se sentía igual al recuerdo del beso en mi sueño, como si hubiese podido predecir la sensación de cosquilleo en mi interior.

Tardé un poco en reaccionar, pero en cuanto sus manos se colaron por debajo de mi remera sentí la intensa necesidad de no
despegarme de él y sus labios jamás.

Aunque debí hacerlo, no porque quisiese, si no porque lo necesitaba, necesitábamos aire.

Miré a Juli en buscas de respuestas, pero lo único que encontré fue unos lujuriosos ojos.

- ¿Qué.. Qué fue eso?.

Me sonrió de la manera en la que sonríen los idiotas lindos en las series adolescentes, esos que perturban a la chicas buenas. Pero yo no era una chica buena, o una chica.

- Un beso - Oh sí, no me digas - Y está vez que no se té olvidé.

Se levantó de la cama para cambiarse, pero yo seguía perdido, confundido.

- ¿Esta vez?

Se volvió a mi con el torso desnudo, dios no ahora.

- Porfavor Enzo, no es la primera vez que te besó - No podía concentrarme con la mitad de su cuerpo sin cubrir, mostrando sus marcados abdominales, pero si Julián Álvarez me hubiese besado, tengan por seguro que lo recordaría.

- ¿De que hablas? Jamás me has besado.

Entré confundido y ofendido respondió

- La noche del entrenamiento, cuándo llegue tarde, estabas tirado en tu cama yo... - el no sabía que más decir, o explicar.

¿Mi sueño, mi sueño había pasado en realidad?

- Lo soñé, digo, pensé que había sido un sueño - susurré.

Lo ví sonreír, como si se hubiese sacado un peso de encima.

- ¿Un sueño? fue muy real - Oh dios.

- Yo...Yo pensé que lo había soñado, al despertarme se sentían como recuerdos borrosos. - Juli se acercó a mi, y volvió a robarme un corto beso. Estaba en una nube.

- Ya sabes que no lo fue. - Dijo aún cercano a mis labios.

Aún no comprendía la situación del todo cuando de un pequeño salto se metió en mi cama, empujándome a el, el tacto de su piel contra la mia me generaba un sin fin se emociones.

- Vamos a dormir, mañana lideramos con lo demás - dijo hundiendo su nariz en el hueco de mi cuello.

Una pequeña risa se subió por mi garganta, no sabía si el hombre con el compartía cama era mi compañero o una versión humana de un osito de peluche, traté de relajarme y drenar mi nervios, tenía mil preguntas rondando por mi cabeza, ruidosas y molestas, pero este momento me brindaba la paz suficiente para acallarlas.

Julián Álvarez dormía a mi lado, en mi cama. Sería un desastre si alguien nos encontraba. No, eso no importaba ahora.

Pequeño adelanto; pronto subiré el capítulo completo.

¿Voy a estar con juli? // Enzo & Julián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora